Indicó que las expectativas de lluvias incesantes pronosticadas para este mes de febrero en principio fueron ajustadas y se extendieron hacia territorio argentino y uruguayo, hecho que podría acarrear una merma de 5 millones de toneladas de soja en Argentina, que ayudaría a elevar la cotización internacional de la soja. A su vez, las lluvias importantes en abril generarían un estadio óptimo para el maíz y condiciones inmejorables para la siembra de trigo. Incluso en el pronóstico extendido, se prevé que en la época de siembra de soja, entre agosto y noviembre, los niveles pluviométricos estarán acordes a las necesidades de humedad para la siembra de la oleaginosa.
Sierra comentó que en rasgos generales no existen proyecciones negativas.
FuenteUH

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