Este joven matrimonio de 31 y 32 años respectivamente, se juró amor eterno y estar juntos en la salud y en la enfermedad, y no cabe duda que esos votos han sido tomados muy en serio.
En la jornada del martes, esta pareja oriunda de capiatá se sometió a una cirugía de trasplante renal, donde la mujer fue la donante viva y su esposo el receptor. El procedimiento es el número 110, tercero del año y el primero con donante vivo relacionado, desde la reactivación del programa de trasplantes en el Hospital de Clínicas.
Aníbal sufría de una enfermedad renal grave, situación que lo llevó a someterse a sesiones de hemodiálisis para sobrevivir.
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