Bruno Marabel rompió el silencio y dio su versión de los hechos tras el quíntuple asesinato. Indicó que la familia de Dalma Rojas estaba atestada de amenazas. Se declaró inocente y alega que 'paga el pecado de otro'.
Indicó que su propia pareja lo mantenía en zozobra para que no lo deje. Le amenazaron que en caso de que abandone la vivienda, iban a matarlo a él o a su familia o iban a apropiarse de su casa. "Por eso me quedaba ahí y trabajaba con ellos".
Incluso relató que el padre, Julio Rojas, intentó asesinarlo ya que casi lo acuchilló en dos ocasiones, pero gracias a la intervención de Dalma y Elba, se salvó. "En esa casa había más peleas que una buena vida porque todos querían plata. Rojas era vicioso, tenía que vender cualquier cosa para ir a jugar. Todo era amenaza, tras amenaza", acotó.
Reflexionó que en un hipotético caso de que él sea el responsable de la masacre, iba a matar a Dalma a golpes, ya que 'él no puede ver sangre'. Además, sintió impotencia y rabia al enterarse que los niños también murieron en esa ocasión.
"Hasta ahora yo todas las noches pienso cómo carajo pasó eso. Una sola persona no pudo haber hecho todo eso. Fue muy bien planeado. Yo estoy acá pagando el pecado de otro", destacó.
Esto no es todo el relato de Marabel. El martes, Meridiano de Telefuturo compartirá la segunda parte de la versión del joven, principal sospechoso de asesinar a cinco personas en el microcentro de Asunción.
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