En diversas instituciones públicas y privadas existe discriminación no solo hacia alumnos con discapacidades físicas sino también hacia los que presentan discapacidades cognitivas.
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Son rechazados por las autoridades porque suponen que no se adaptarán a la masificación de la enseñanza. Por su parte, el MEC asegura que no puede haber restricciones de ningún tipo para la educación.
La viceministra de Educación, María del Carmen Giménez Sivulec, señaló que ante denuncias de restricciones para inscribir a niños o jóvenes que presentan alguna condición especial o alguna discapacidad en escuelas o colegios públicos, privados o privados subvencionados, el Ministerio de Educación está preparado para intervenir inmediatamente.
“El ministerio, en todas sus dependencias zonales y departamentales, está preparado para intervenir de manera inmediata, con protocolos establecidos, para garantizar que cualquier estudiante sea admitido en una institución del país, sea pública o privada, sin ningún tipo de restricción”, dijo.
Desinterés e inclusión
La psicopedagoga Mirtha Villalba, madre de Mauricio José González, un joven que desde pequeño enfrentó las dificultades del síndrome de Asperger, que forma parte de los trastornos de espectro autista, destaca que las comunidades educativas deben capacitarse o por lo menos informarse sobre las diversas discapacidades que existen y enfrentan niños y adolescentes a nivel cognitivo, y no solo prestar atención a las discapacidades físicas al momento de aplicar la inclusión en las instituciones.
Villalba tuvo que especializarse en autismo y trastornos del desarrollo para apoyar a su hijo y a cada docente que le tocó durante su educación. Gracias a esto Mauricio se convertirá, el próximo lunes, oficialmente en bachiller en el sistema regular, aprendió inglés de forma autodidacta y ahora quiere estudiar ingeniería en sonido.
“Cada vez que Mauricio iba cambiando de grado mi tarea era preparar a la profesora, ya que no existen muchos profesionales que manejen casos como el de mi hijo. La discriminación es más frecuente hacia las discapacidades a nivel cognitivo principalmente por el desinterés, no solo de docentes, también de parte de pediatras, neurólogos y psicólogos. En las escuelas no quieren aceptar a estos chicos porque no saben manejar la situación, principalmente, porque no quieren trabajar separadamente, y no saben integrar a los que tienen estas dificultades”.
Para integrar a los chicos con discapacidades en la escuela solo se debe manejar algunos programas o hacer pequeñas modificaciones curriculares menciona la profesional. De hecho la Ley 5136/13 de Educación Inclusiva y su reglamento imponen a todas las instituciones, sean estas públicas, privadas o privadas subvencionadas.
Según la Ley de Inclusión, las instituciones deben insertar indefectiblemente en sus estatutos y reglamentos sanciones a las faltas como omitir comunicación oportuna al MEC de la existencia de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, imponer tareas excesivas o negarles la matriculación, entre otros.
“Los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo pueden ser los hiperactivos, los que presentan déficit de atención o problemas de lectoescritura, que son discriminados porque los docentes no quieren prestarles atención individual o no quieren hacer una adecuación curricular, solo quieren que reciban conocimientos como masa y esa mentalidad es la que hay que erradicar porque cada niño es diferente y tiene su propio ritmo de aprendizaje”, dijo.
Villalba aconseja la capacitación para crear maestros integradores a nivel cognitivo, social y escolar.
ABC
