
La proyecto fue presentado en forma sorpresiva, y ni si quiera contaba con dictamen de la Comisión de Hacienda, lo que obligó que el plenario se convirtieran en comisión para que dictamine al mismo tiempo del debate. Tras el rechazo de los legisladores el proyecto pasó al archivo.
La propuesta planteaba la reducción del salario del presidente de la República, del vicepresidente, los miembros del Poder Legislativo, intendentes, gobernadores y concejales solo puedan ganar hasta cinco salarios mínimos y queden sin otros privilegios, como la jubilación.
Actualmente, el ingreso total de un parlamentario es alrededor de G. 35 millones al mes. Sí se aprobaba se reduciría a G. 10.562.810. Argumentaron para el rechazo que el proyecto permitiría la vuelta de la aristocracia a la política, porque solo aquellos que poseen dinero podrán candidatarse al tener una holgada vida.
La senadora Desirée Masi calificó el planteamiento de populista y resaltó que ella no posee otros ingresos económicos, aunque esgrimió que aceptaría si la ley es igual para todos los poderes del Estado; es decir, incluir a los ministros de la Corte, a directivos del BNF, BCP, binacionales y sus respectivos consejeros, así como los ministros del Ejecutivo.
LN
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