El origen de esta festividad data del siglo IV y se originó tras la excesiva cantidad de mártires, en honor a la iglesia. Más adelante, el 13 de mayo del año 610, el papa Bonifacio IV dedicó el Panteón Romano al culto cristiano. Desde ese año, se empezó a celebrar esta gran fiesta, explicó Jorge Catalino González. Posteriormente, el Papa Gregorio IV, en el siglo VII, traslado la fiesta al 1 de noviembre.
¿Quiénes son los Santos?
“Santo es aquel cristiano, que, concluida su vida terrena, está en la presencia de Dios. Ha recibido, con las palabras de San Pablo: La Corona de la gloria que no se marchita”, explica. Agrega además, que los santos son siempre reflejo de la gloria y santidad de Dios. “Son modelos para la vida de los cristianos e intercesores. De modo que a ellos, se les pide su ayuda e intercesión, son así dignos y merecedores de culto y veneración”, agregó.
Existen días específicos, donde se conmemora el día de cada santo, pero el día de todos los santos es el día de los santos anónimos, tantos de ellos miembros de nuestras familias, lugares y comunidades. Es igualmente una oportunidad para recordar la llamada a la santidad, presente en todos los cristianos, desde el bautismo.
Este día, se trata de una llamada apremiante “a que todos, vivamos nuestra vocación a la santidad desde nuestros estados de vida de consagración y servicio”, indicó. Sostuvo, además, que la santidad se gana, se logra y se consigue con la ayuda de la gracia en la tierra, en el quehacer y el compromiso de cada día, en el amor al servicio desinteresado. “El día de todos los santos nos habla de que la vida humana no termina con la muerte, sino que se abre a la luminosa vida de la eternidad con Dios”, aseguró.
Fuente: LN
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