Este miércoles se realizó la presentación del Censo de Mujeres Privadas de Libertad del 2015, lanzado por al Dirección de Investigación – Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura 2016.
La realidad que se vive en las nueve instituciones de encierro para mujeres en el Paraguay, tuvo otros ejes como datos sociodemográficos, discriminación de género. También datos judiciales, acceso a derechos en condición de encierro, personas en situación de vulnerabilidad dentro del penal, vínculos familiares y sociales, patrón de tortura y malos tratos y régimen disciplinario en las penitenciarías
Desde el 18 de mayo de 2015 hasta el 7 de octubre de 2015, con recursos propios del MNP, se realizó el estudio de campo que contó con la colaboración de 126 estudiantes universitarios del contexto de las 9 penitenciarías del Paraguay.
Superpoblación
La superpoblación en las cárceles del país también se da en las penitenciarias de mujeres y fue demostrada en este censo.
En Encarnación, la población declarada por el Ministerio de Justicia es de 26, sin embargo existen 50 mujeres privadas de su libertad, lo que representa un 192% de su capacidad. En Misiones, existe una capacidad para 16, sin embargo 36 reclusas se encuentran allí, representando al 225% de su capacidad.
En Concepción y Pedro Juan Caballero, existen capacidad para 26 reclusas, sin embargo albergan el 138% de su capacidad, lo que serían 36 reclusas.
En Coronel Oviedo, hay capacidad para 26 mujeres, sin embargo, existen 51 reclusas, el 196% de su capacidad. En San Pedro, la capacidad actual sobrepasa levemente la permitida, 21 de 20, lo que se traduce en un 105%. En Villarrica, hay capacidad para 20 y se encuentran 29 mujeres privadas de su libertad, un 145%.
En el Buen Pastor de Asunción, existe capacidad para 200 mujeres, pero 463 reclusas viven allí, el 232% de la capacidad total. En Juana María de Lara, de una capacidad para 50, están recluidas 91 mujeres, el 182% de su capacidad.
Los resultados sobre maternidad de las reclusas, también arrojaron que un 83% son madres solteras. El 92,9% de las madres están en concubinato; el 94,4% casadas; el 96,4% divorciadas; y el 100% de las reclusas viudas tienen hijos.
Violencia Doméstica
El 43,5% de las mujeres privadas de libertad manifestó haber sido alguna vez víctima de violencia doméstica. De las mujeres víctimas de violencia; en el 69,4% de los casos ocurrió con la presencia de sus hijos, y en 1% de los casos estando embarazadas.
En el 75,9% de los casos la persona que le agredió fue su pareja o ex pareja, y en el 9,6% de los casos fue el padre de sus hijos/as.
En el 43,2% de los casos denunciaron a las autoridades, encontrando que hasta 12 veces realizaron la denuncia. Estas denuncias realizaron principalmente en la Comisaría, Fiscalía y Juzgado.
El 35,3% de las mujeres privadas de libertad manifestó haber sido víctima de tortura y malos tratos al momento de la aprehensión. En el 43,1% de los casos fue de tipo físico. En el 56,9% de los casos fue de tipo psicológico.
Los principales agentes de torturas y malos tratos son la misma Policía en el 69,6% de los casos. La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) en el 28,3% de los casos y la Fiscalía en el 2,2% de los casos, según los resultados del censo.
Trabajos y oficios
El mayor porcentaje de reclusas (27,5%) se dedicaba o se dedica a las ventas. El 59,3% de las mujeres entrevistadas manifestó estar trabajando dentro del penal. En promedio perciben mensualmente G. 455.650.
En la penitenciaría del Buen Pastor se registra que el 7,4% de las mujeres están detenidas viviendo con sus hijos. En las demás penitenciarías también se registran hijos que acompañan a sus madres en su reclusión, siendo la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero la que se sitúa en primer lugar con un porcentaje de 20%
El 1,2% de las mujeres privadas de libertad son adultas mayores, es decir, tenían más de 65 años a la fecha de la entrevista. El 91% de las adultas mayores se encontraban en el Buen Pastor, y el 9% en el área de mujeres de la Penitenciaría Regional de Encarnación.
LN
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