Hamás acusó a Paraguay de dañar las “buenas relaciones entre los dos pueblos” con esta decisión y de contravenir las leyes internacionales que garantizan “el derecho a resistir la ocupación y a las agresiones por todos los medios disponibles, incluida la lucha armada”.
Esta facción palestina, que gobierna de facto la Franja de Gaza desde 2007, es considerada por la Unión Europea, Estados Unidos e Israel como grupo terrorista, que incluye su brazo armado, las Brigadas Ezedín Al Qasam.
“Afirmamos que Hamás nunca comete agresiones contra cualquier persona en el mundo, ya que nuestra lucha de libertad es solo contra la ocupación israelí”, argumentó el grupo en un comunicado.
La organización islamista pidió a Paraguay que revoque “de forma inmediata la decisión y tome las medidas necesarias para apoyar la lucha de los palestinos por su libertad e independencia”.
El lunes, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, promulgó un decreto en el que entiende que se trata de “milicias armadas” que “continúan realizando operaciones internacionales, varias de ellas en el Hemisferio Occidental”.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, agradeció a Paraguay su reconocimiento y aseguró que su Ejecutivo continúa trabajando para que “más países den pronto este importante paso”.
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