En la frontera misionera con Paraguay se vivió un panorama insólito durante el primer fin de semana tras el aumento del 10% en las naftas. Los automovilistas argentinos se resignaron a hacer filas de hasta 10 kilómetros para poder cargar combustible en Encarnación, ya que la diferencia de costos en la ciudad vecina es notable.
El éxodo comenzó alrededor de las 7 de la mañana del sábado y fue constante hasta las primeras horas de la tarde, lo que provocó filas nunca vistas en esta época del año desde el acceso al Centro de Frontera argentino hacia la zona sur de la capital de Misiones.
Hubo que esperar hasta 4 horas para poder llegar a la estación de servicio más cercana en Paraguay. En la Dirección Nacional de Migraciones y de la Administración Nacional Aduana-AFIP coincidieron en señalar que “el panorama que se vivió fue similar al de los feriados previos a Navidad y Año Nuevo”.
Sucede que la diferencia de precios con el país vecino se hace sentir, luego del último aumento en las naftas autorizado por el Gobierno.
El paseo comercial paraguayo, beneficiado
La odisea de los argentinos para cargar nafta a menor costo también repercutió en otros sectores de la economía de Paraguay. Una vendedora de un local de ropa femenina del paseo comercial de Encarnación relató: “Vienen a llenar el tanque y de paso compran otras cosas. Eso se nota especialmente los días de semana a la tarde, cuando generalmente había muy poco movimiento comercial, ahora se ven autos también esos días”.
Reclamo al Gobierno
Como consecuencia de este nuevo y engorroso hábito de los misioneros, el gobernador Hugo Passalacqua reclamó al Gobierno nacional una reducción impositiva para los combustibles. El pedido apuntó la instauración de un régimen diferenciado del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC), tal como rigió en Posadas y otras cuatro localidades de Misiones, ante un panorama similar que rigió entre 1996 y 2002. INFOBAE
Abc
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