Representantes de países del Cono Sur, liderado por la cartera sanitaria junto con otros estamentos del Estado y organizaciones, así como referentes de Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, quienes se reunieron para tratar acerca del alto porcentaje de niñas madres en la región y establecer estrategias para poner un alto al embarazo no intencional.
Según declaró el Ministro de Salud, el embarazo y la maternidad temprana pueden traer riesgos y complicaciones para la salud de la madre y el recién nacido, como también impactos negativos en el proyecto de vida de una adolescente.
Barrios evidenció que en Paraguay, dentro del Cono Sur se registra una de las más altas tasas de embarazos adolescentes, que se dan cada vez más en niñas, hecho que revela la situación de abuso sexual a la que se encuentran.
Dos de cada diez nacimientos de mujeres paraguayas son de adolescentes de entre 15 a 19 años.A diario se registran dos partos en niñas de entre 10 y 14 años. Un promedio de 650 a 700 recién nacidos al año, hijos de niñas madres y en estos casos se presume que son producto de abuso sexual, porcentaje que sufrió un incremento exponencial en la última década del 68%.
"Las altas tasas de fecundidad adolescente de los países del Cono Sur, particularmente de niñas entre 10 a 14 años, nos impulsan a aunar y potenciar esfuerzos, trabajando en forma enérgica, basados en evidencia científica para reducir y prevenir el embarazo adolescente no intencional", expuso el alto referente sanitario. Explicó ser madre en la etapa adolescente implica: a) Un aumento de cinco veces el riesgo de morir durante el embarazo, parto o posparto; b) Un mayor riesgo de abandono escolar y del proyecto de vida; 3) Perpetúa el círculo de pobreza y de violencia; y 4) Un impacto negativo en el desarrollo integral de la niña madre y de su hijo o hija.
Antonio Barrios asumió el compromiso de sumarse a este esfuerzo regional. Declaró que hacerle frente al embarazo no intencional requiere el compromiso y el trabajo articulado de todos los sectores del Estado y de la sociedad. "Desde el Ministerio de Salud nos hemos comprometido acorde a lo establecido por la Constitución Nacional del Paraguay que se articularán los objetivos propuestos en este marco estratégico y cumplir a la vez los Objetivos del Desarrollo", pronunció.
A su turno, el Dr. Enrique Riera Escudero, titular del Ministerio de Educación y Ciencias señaló que el abandono educativo precede al embarazo adolescente. Esta situación implica esfuerzos importantes que los países ya han iniciado a través de leyes y programas y que precisan ser profundizados para mantener o reinsertar estas las adolescentes y facilitar la continuidad escolar de estas embarazadas y madres, de forma a no agravar ni re-victimizar a la niña, expuso.
Indicó que si bien existen avances en materia de educación sexual, existen todavía desafíos en este terreno. Riera apuntó la necesidad de establecer acuerdos intersectoriales para brindar atención integral en lo que respecta a sexualidad fuera del ámbito escolar.
A pesar de los grandes avances en educación integral de la sexualidad (EIS), existen aún limitaciones y desafíos en este terreno: se destaca la necesidad de regular los contenidos básicos, de forma tal garantizaren los centros educativos y con las y los docentes la implementación de los programas. Se requiere, asimismo, de mayores esfuerzos en materia de formación de docentes y se detecta en ciertos países una falta de coordinación de acciones entre el sector educativo y sanitario.
Se observa que una importante proporción de adolescentes de los países, con excepción de Chile, está fuera del sistema educativo, lo que requiere generar acuerdos de trabajo intersectoriales más amplios para brindar educación integral de la sexualidad por fuera del ámbito escolar. Por otro lado, el presupuesto para educación integral en sexualidad es insuficiente para fortalecer los programas e iniciativas y su escalamiento nacional.
El hecho de que todos los países del Cono Sur se encuentren en diferentes momentos de implementación de las estrategias sectoriales reconocidas para prevenir y reducir los embarazos no intencionales en la adolescencia (Programas de Salud Sexual y Reproductiva, Programas de Adolescencia y Programas de Educación Sexual Integral) sin lograr aún los descensos o detenciones esperadas de las tasas de fecundidad adolescente, obliga a estudiar con más profundidad e intervenir con más detalle en las posibles brechas existentes entre los esfuerzos y los logros.
El encuentro internacional fue liderado por los Ministros de Salud Pública y Bienestar Social, doctor Antonio Barrios, de Educación y Ciencias, doctor Enrique Riera, y de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia de Paraguay, doctor Ricardo González, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
LN
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