Ella es oriunda de Ypacaraí y vive en la zona de Costa Guazú de Benjamín Aceval. Todos los días se levanta a las 6 de la mañana para preparar sus yuyos y hielos con el fin de comercializarlos. Con lo que gana solventa sus estudios, gastos personales y el combustible de su motocicleta que es su elemento de trabajo.
Tras años de esfuerzo, días atrás se recibió como ingeniera de una universidad privada. Sus padres no tienen un trabajo fijo por lo que decidió aportar por este objetivo suyo.
"Perdí el temor porque la necesidad es grande y como joven una debe procurar por su futuro", expresó a la Gobernación de Villa Hayes, ente que rescató esta historia.
Según expresó, en medio del camino estuvo presente la tentación de renunciar a su estudio por las carencias que sufría, sin embargo, siguió luchando hasta que finalmente se recibió de ingeniera. "No perdí la esperanza de culminar la carrera", acotó.
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