Su nueva “oficina” está por cumplir un mes y sin pensarlo el negocio le está yendo con el pulgar arriba, excelente, hasta incluso la clientela poco a poco va aumentando, según cuenta. Una de sus paradas obligatorias es frente a la Municipalidad de San Lorenzo, ciudad donde vive.
“Todos los días voy a instalarme ahí, la gente ya me conoce y lo bueno es que los que trabajan ahí me dieron la oportunidad de colocarme en ese sitio sin problema”, dijo con voz de agradecido el muchacho.
Contó que además de vender café, también tiene para la venta medialuna, chipita y cocido, ya que el carrito que diseñó tiene mucho espacio. Con eso moviliza por todos lados ofreciendo sus ricos productos y en otras ocasiones hasta es vendedor de sándwiches, relató a Crónica el emprendedor.
Su despertador suena bien temprano. Desde las 5:00 de la mañana ya empieza el pedaleo para llegar a hora al trabajo, ya que tiene que estar firme frente a la Comuna de la Ciudad Universitaria para la hora del desayuno, sino pierde su clientela. “En verdad trabajar así me ayuda mucho, gracias a esto me mantengo y le mantengo a mi hijo para poder llevarle a sus controles”, contó David, quien en su andar llama la atención de todos los que lo ven pasar.
Su despertador suena bien temprano. Desde las 5:00 de la mañana ya empieza el pedaleo para llegar a hora al trabajo, ya que tiene que estar firme frente a la Comuna de la Ciudad Universitaria para la hora del desayuno, sino pierde su clientela. “En verdad trabajar así me ayuda mucho, gracias a esto me mantengo y le mantengo a mi hijo para poder llevarle a sus controles”, contó David, quien en su andar llama la atención de todos los que lo ven pasar.
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