Otro sector del estudiantado insiste en que el paro de actividades siga adelante y califica de “cómplices de la maquinaria corrupta de la UNA” a sus compañeros que exigen volver a las aulas. Ayer casi llegaron a los puños en Facen.
Por temor a perder el semestre y la acumulación de exámenes, varios alumnos ya quieren retornar a clases, deseo que choca con la decisión de los dirigentes estudiantiles, quienes anunciaron que las medidas de fuerza seguirán por tiempo indefinido. La tensión aumenta en el estudiantado y ya se dieron focos de conflicto. Casi llegaron a los puños.
Un claro ejemplo de la falta de entendimiento se vio ayer en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen), cuando el fiscal Julio Ortiz fue a lacrar los accesos del edificio donde están las aulas y oficinas administrativas. Un grupo de estudiantes y profesores se acercó al agente y le consultó el porqué no se llevan los documentos que pueden servir de evidencia y dejan abiertos los accesos al edificio, para que sigan las clases y funcione la parte administrativa.
Otro sector del estudiantado formó una cadena de protección alrededor del fiscal y comenzó a discutir con los que exigían el inicio de las clases. Durante el debate, los estudiantes que defendían las medidas de fuerza calificaron de “planilleros” y “cómplices de corruptos” a profesores y alumnos que reclamaban volver a las aulas. La discusión entre ambos sectores subió de tono y se dieron empujones. “Estamos a favor de la intervención fiscal, pero también queremos dar clases. Ya perdimos muchos días y se nos acumulan los exámenes. Varios alumnos vienen de lejos con la incertidumbre de si se tomarán o no las pruebas parciales. Que lleven los documentos que requieren y que imputen a los bandidos, pero que habiliten las aulas”, dijo Noelia Valdés, estudiante de último semestre de Matemáticas y Estadísticas.
Abc
Por temor a perder el semestre y la acumulación de exámenes, varios alumnos ya quieren retornar a clases, deseo que choca con la decisión de los dirigentes estudiantiles, quienes anunciaron que las medidas de fuerza seguirán por tiempo indefinido. La tensión aumenta en el estudiantado y ya se dieron focos de conflicto. Casi llegaron a los puños.
Un claro ejemplo de la falta de entendimiento se vio ayer en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen), cuando el fiscal Julio Ortiz fue a lacrar los accesos del edificio donde están las aulas y oficinas administrativas. Un grupo de estudiantes y profesores se acercó al agente y le consultó el porqué no se llevan los documentos que pueden servir de evidencia y dejan abiertos los accesos al edificio, para que sigan las clases y funcione la parte administrativa.
Otro sector del estudiantado formó una cadena de protección alrededor del fiscal y comenzó a discutir con los que exigían el inicio de las clases. Durante el debate, los estudiantes que defendían las medidas de fuerza calificaron de “planilleros” y “cómplices de corruptos” a profesores y alumnos que reclamaban volver a las aulas. La discusión entre ambos sectores subió de tono y se dieron empujones. “Estamos a favor de la intervención fiscal, pero también queremos dar clases. Ya perdimos muchos días y se nos acumulan los exámenes. Varios alumnos vienen de lejos con la incertidumbre de si se tomarán o no las pruebas parciales. Que lleven los documentos que requieren y que imputen a los bandidos, pero que habiliten las aulas”, dijo Noelia Valdés, estudiante de último semestre de Matemáticas y Estadísticas.
Abc
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