El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) lanzó este martes el informe “Estado de la población mundial 2014”, ocasión en que destaca el poder de desarrollo latente en los jóvenes del mundo. A nivel global, suman 1.800 las personas de entre 10 y 24 años de edad, mientras que la población mundial llega a 7.300 millones; es decir, se trata de un grupo etáreo que representa el 25% de toda la población en el mundo, de acuerdo a las últimas cifras dadas a conocer.
Para el organismo internacional, este dato puede representar una oportunidad, principalmente para las naciones más pobres, donde este sector crece de manera exponencial. En América Latina y el Caribe, hay una población de 618 millones, de los cuales 165 millones corresponden a personas de entre 10 y 24 años. Ya haciendo un aterrizaje de estos análisis a nivel Paraguay, el UNFPA menciona que el 66% de la población total -6,9 millones- tiene menos de 30 años de edad.
En otro punto, el organismo menciona que el 30% de la población paraguaya tiene entre 10 y 24 años de edad -unos 2,1 millones de adolescentes y jóvenes- cifra más allá de la media global. “Nuestro país es eminentemente joven: uno de cada cuatro personas tiene entre 15 y 29 años y el 40% de su población tiene menos de 15 años”, subraya el informe.
Paraguay tiene una tasa de crecimiento anual de 1,7% (2010-2015) y cada ciudadano tiene una esperanza de vida de 75 años, en el caso de las mujeres, y 70 años, en el caso de los hombres. Esta cifra da cuenta de la necesidad de aprovechar este un “capital valioso” para repuntar la economía, a través de los llamados bonos democráticos, situación que se da cuando la población en edad de trabajar es mayor a la población dependiente. “Este es un capital muy valioso y que hoy, en pleno bono democrático, constituye una oportunidad única para el desarrollo de nuestro país”, insiste el organismo.
El UNFPA señala que las autoridades paraguayas deben aprovechar esta coyuntura, a través de políticas e inversiones en el sector juvenil, que incluyan no solo mayores oportunidades de empleo, sino además medidas tendientes a fortalecer la educación, el acceso a la salud integral -incluida educación sexual- y brindar mayor participación en todas las áreas de convivencia socio-política.
LA TRISTE REALIDAD
La realidad en Paraguay es que la mayoría de los jóvenes en edad de formarse no accede a una educación formal y, de los que logran acceder a un trabajo, la mitad se encuentra en situación precaria. Datos concretos señalan que el 66% de los jóvenes y adolescentes no asiste a una institución de enseñanza formal. Como si estos números no fueran lo suficientemente preocupantes, se menciona que la tasa de escolarización secundaria no llega siquiera al 60%, constituyendo una de las más bajas de la región.
La necesidad impulsa al 19% de los adolescentes de entre 15 y 19 años de edad a dejar las escuelas y colegios para abocarse totalmente a seguir un medio de sustento. Paralelamente, el 4,5% de la población joven es analfabeta -esta cifra es incluso mayor en el campo- y solo el 5% de este sector tiene acceso a las tecnologías de la información y comunicación, uno de los elementos considerados como herramientas de desarrollo.
El organismo menciona, asimismo, que el 40,4% de los adolescentes no trabaja. En el área urbana, el 16% de las personas de entre 10 y 14 años trabaja cuano debería estar estudiando; esta cifra llega al 41% en el sector rural. En otro punto, se debe mencionar que dos de cada 10 adolescentes y jóvenes paraguayos no trabajan ni estudian. Es más, el 75% de este grupo está compuesto por mujeres, que muchas veces se ven frenadas por embarazos no deseados u otras condiciones sociales, como la misma pobreza.
EMBARAZO PRECOZ
Con respecto a uno de los últimos puntos, el Fondo de Población de las Naciones Unidas refiere que el 20% de los embarazos en el país corresponde a adolescentes. Es más, se menciona que, por día, dos niñas de entre 10 y 14 años dan a luz en Paraguay. La problemática no termina allí: se debe considerar igualmente los fallecimientos de madres jóvenes en los partos. El organismo señala que en un solo año se duplicaron las muertes maternas en las personas de entre 15 y 19 años.
La falta de educación sexual llega a tal punto que en 2008 una de cada cuatro mujeres que consultaron por aborto tenía 19 años. Por otra parte, no escapa al análisis el constante aumento de pacientes con VIH: en 2013, por cada 15 varones con el virus mortal, había 10 casos en mujeres.
MALTRATOS Y EXPLOTACIÓN
La problemática en la niñez y juventud no se limita a la falta de acceso a la educación, salud y trabajo formal. Igualmente, se menciona el aumento de casos de violencia contra este sector. Seis de cada 10 niños en edad escolar aseguraron haber sufrido algún tipo de maltrato en el hogar. Por otra parte, existe otro punto frecuentemente vinculado al anterior: el criadazgo. El 9,3% de los niños de entre cinco y 17 años actualmente se encuentra en esta situación; la mayoría son mujeres, según los últimos datos.
Igualmente, el organismo de la ONU señala que en Paraguay hay 5.600 niños trabajando o mendigando en la calles o en espacios públicos cerrados, como el caso de los mercados. Esta realidad expone a los menores a peligros como la explotación sexual, que se da en cientos de casos. Se calcula que dos de cada tres personas explotadas sexualmente tiene menos de 18 años y la mayoría se inició a los 12 ó 13 años.
PARTICIPACIÓN
Finalmente, otro punto a considerar en el análisis de la realidad juvenil en Paraguay hace referencia la participación en los procesos democráticos. Datos con que cuenta el UNFPA dan cuenta de que el 55% de los adolescentes y jóvenes está inscripto en el padrón electoral; sin embargo, solo el 29% de la población juvenil y adolescente participa activamente en algún grupo político o social.
Por otra parte, el informe menciona que el 53% de los adolescentes y jóvenes apoya la democracia en el país, frente a un 20% que “le da lo mismo vivir en dictadura”. Otro dato relevante es que los más excluidos del sistema son los indígenas, campesinos y la población suburbana, así como las mujeres, según el estudio. De acuerdo a los datos expuestos, el Fondo de Población de las Naciones Unidas insiste en la necesidad de crear políticas que reviertan esta situación, ya que ello redundará en beneficios a corto y largo plazo en cuanto a los mismos números socioeconómicos.
Bajo el encabezado “El poder de 1.800 millones. Los adolescentes, los jóvenes y la transformación del futuro”, el organismo recuerda a nivel global que esta población será la que defina y dirija el futuro de todo el planeta. “Los jóvenes cuentan; cuentan porque nunca antes hubo 1.800 millones de jóvenes vivos (...) Porque tienen derechos humanos inherentes que deben ser respetados”, asevera el informe.
Abc
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