BUENOS AIRES (EFE). Cuando el presidente argentino Domingo Perón fue derrocado (1955), el autor sostiene que muchos nazis se fueron de la Argentina hacia países vecinos, principalmente al Paraguay; y también el mismo Hitler tuvo que migrar al país guaraní, con el seudónimo de Kurt Bruno Kirchner.
Aunque hay personas que aseguran haber estado con Hitler en la Argentina después de esa fecha.
En “Tras los pasos de Hitler”, se cita la afirmación de un exmilitar brasileño, hijo de un alto cargo nazi, quien asegura que el Führer falleció el 5 de febrero de 1971 y está sepultado en una cripta en un antiguo búnker subterráneo nazi en Paraguay, donde en la actualidad se levanta un “moderno y exclusivo hotel”.
Basti escribe que la primera semana de cada febrero, el establecimiento hotelero cierra sus puertas para que un grupo exclusivo de nazis pueda honrar a su líder, “el hombre que les cambió la vida, a ellos y a todo el mundo, para siempre”.
El libro de Basti pretende refutar que el Führer se haya quitado la vida con un disparo en la sien cuando los soviéticos estaban tomando Berlín, y afirma que huyó de Alemania a España y desde ahí viajó en submarino a la Patagonia argentina, donde vivió en un campo próximo a la ciudad de Bariloche.
“Lista de pasajeros”
Aunque hay personas que aseguran haber estado con Hitler en la Argentina después de esa fecha.
En “Tras los pasos de Hitler”, se cita la afirmación de un exmilitar brasileño, hijo de un alto cargo nazi, quien asegura que el Führer falleció el 5 de febrero de 1971 y está sepultado en una cripta en un antiguo búnker subterráneo nazi en Paraguay, donde en la actualidad se levanta un “moderno y exclusivo hotel”.
Basti escribe que la primera semana de cada febrero, el establecimiento hotelero cierra sus puertas para que un grupo exclusivo de nazis pueda honrar a su líder, “el hombre que les cambió la vida, a ellos y a todo el mundo, para siempre”.
El libro de Basti pretende refutar que el Führer se haya quitado la vida con un disparo en la sien cuando los soviéticos estaban tomando Berlín, y afirma que huyó de Alemania a España y desde ahí viajó en submarino a la Patagonia argentina, donde vivió en un campo próximo a la ciudad de Bariloche.
“Lista de pasajeros”
Basti publica en su libro una comunicación oficial secreta según la cual Hitler encabeza la lista de pasajeros de un avión que viajó de Hörsching a Barcelona pilotado por Werner Baumbach, fallecido en Argentina en 1953.
“La presencia de Hitler en España me la confirmó un hoy anciano sacerdote jesuita, cuya familia era amiga del jefe nazi. Y también tengo testimonios que aluden a reuniones que mantenía con su séquito en una hostería llamada ‘Las Quebrantas’, en Cantabria”, afirma Basti.
El libro incluye además un documento de los servicios secretos británicos que revela que “un convoy de submarinos nazis partió días más tarde de España y, tras una escala técnica en las islas Canarias, continuó su periplo hacia el sur argentino”, con la anuencia de Estados Unidos.
Según Basti, “en uno de esos submarinos viajaban Hitler y Eva Braun”, convencido de que la pareja desembarcó en la Patagonia entre julio y agosto de 1945, al amparo del presidente de facto Edelmiro Farrell y de Juan Domingo Perón, entonces su ministro de Guerra.
Para Basti, el “gran secreto” de la huida de Hitler fue la llegada de uno de sus dobles al búnker, que “tuvo ribetes dignos de una película de Hollywood”, y ocurrió “al atardecer del 22 de abril de 1945”.
El periodista asegura en su libro que Hitler “no vivió enclaustrado” sino que se trasladaba con total libertad no solo por el territorio argentino, sino también por países como Brasil, Colombia y Paraguay.
Según el escritor, las principales agencias de inteligencia del mundo conocían la presencia de Hitler en Sudamérica.
Fuente: ABC
“La presencia de Hitler en España me la confirmó un hoy anciano sacerdote jesuita, cuya familia era amiga del jefe nazi. Y también tengo testimonios que aluden a reuniones que mantenía con su séquito en una hostería llamada ‘Las Quebrantas’, en Cantabria”, afirma Basti.
El libro incluye además un documento de los servicios secretos británicos que revela que “un convoy de submarinos nazis partió días más tarde de España y, tras una escala técnica en las islas Canarias, continuó su periplo hacia el sur argentino”, con la anuencia de Estados Unidos.
Según Basti, “en uno de esos submarinos viajaban Hitler y Eva Braun”, convencido de que la pareja desembarcó en la Patagonia entre julio y agosto de 1945, al amparo del presidente de facto Edelmiro Farrell y de Juan Domingo Perón, entonces su ministro de Guerra.
Para Basti, el “gran secreto” de la huida de Hitler fue la llegada de uno de sus dobles al búnker, que “tuvo ribetes dignos de una película de Hollywood”, y ocurrió “al atardecer del 22 de abril de 1945”.
El periodista asegura en su libro que Hitler “no vivió enclaustrado” sino que se trasladaba con total libertad no solo por el territorio argentino, sino también por países como Brasil, Colombia y Paraguay.
Según el escritor, las principales agencias de inteligencia del mundo conocían la presencia de Hitler en Sudamérica.
Fuente: ABC
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