La intervención comprobó que en una carga que estaba a punto de ser embarcada en un ómnibus con destino a la capital del país, se encontraban numerosos ejemplares que no cumplían con las medidas o no habían sido declaradas para su transporte. Entre los pescados que no tenían el tamaño mínimo se encontraban 1 suburí ati, 1 pacú, 11 bogas, 3 Kareû, 3 tres puntos, 5 manguruyú, 13 corvinas, 50 patís, 8 solalindes, los mismos fueron obviados en la declaración jurada.
Igualmente un total de 41 piezas de dorado que no fueron declarados. También fueron requisados, 2 picos de pato, 200 bagres blancos, 160 bagres amarillos, 80 solalindes, 30 pirañas y 80 moncholos. Según responsables de la SEAM, la carga pertenecía al señor Primo Duré de Paso de Patria, a quién se le abrió un sumario y deberá pagar una multa como contempla la ley de pesca.
Javier Encina, titular de la oficina local de la SEAM, manifestó que se trata de controles habituales y que los mismos permiten comprobar las infracciones y sancionarlas de modo a cumplir con lo que señala la ley de pesca. Además de evitar la depredación que podría acabar con un recurso natural muy importante.
Afirmó que a pesar de no contar con muchos medios, con el apoyo de otras instituciones, se busca limitar la acción de los infractores. Más allá de las sanciones es importante que la gente vinculada a esta actividad tome conciencia de que depredando actúa en contra de su medio de vida, expresó el funcionario de la SEAM.
Abc
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