Los informes indican que Mereles habría sido raptado a punta de arma de fuego por los matones a sueldo, quienes lo trasladaron hasta ese sitio para ejecutarlo.
Para cometer el asesinato, los sicarios utilizaron potentes pistolas automáticas calibre 9 milímetros con alto poder de destrucción. Una vez perpetrado el crimen, los presuntos autores del sangriento suceso se dieron a la fuga.
OTRO CASO
El otro crimen que enlutó esa zona del país se registró a las 14:30, aproximadamente, sobre la céntrica calle Palma de la ciudad de Capitán Bado.
De acuerdo a los datos, el ciudadano brasileño Anderson Antonio Rodríguez también fue ejecutado a tiros por sicarios, pero esta vez ante la atónita mirada de varios transeúntes que se encontraban en las inmediaciones.
“La víctima bajó de su vehículo para hablar con otra persona y fue acribillado por un sicario. Todo fue muy rápido”, relató asustado un testigo a un agente de la Policía Nacional.
Tras perpetrar la ejecución, los sicarios se dieron a la fuga aparentemente hacia la vecina ciudad brasileña de Coronel Sapucaia.
Hasta el momento, los investigadores desconocen el móvil del crimen, aunque por la forma en que se cometió el asesinato, sospechan que se trataría de un ajuste de cuentas, común en esa región del país.
La ola de violencia sigue azotando con fuerza el departamento de Amambay. Los ciudadanos opinaron que la Policía Nacional debería reforzar las patrullas con la finalidad de persuadir a los delincuentes y, con eso, evitar que sigan cometiéndose sangrientas ejecuciones en la zona de frontera.
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