El exdiplomado José Jobim se encargó de negociar con el dictador paraguayo, Alfredo Stroessner, la construcción de Itaipú. Tras concretarse el acuerdo de edificación anunció con gran anticipación de que publicaría un libro y que iba a sacar a luz en su escrito la corrupción que hubo en el proceso de construcción de la represa.
Luego de que se conociera su intención, fue retenido ilegítimamente y torturado por agentes de la dictadura para que revelara las fuentes de su material, posteriormente fue encontrado muerto y la versión oficial que se dio en ese entonces fue de que se trató de un suicidio. El hecho se registró en el año 1979.
En un documento histórico que fue revelado por el gobierno de Brasil, se reconoció que el hecho se trató de un asesinato.
Lygia María Jobim, hija del embajador asesinado, habló de esto en radio Monumental 1080 AM y manifestó que el hecho de que se reconozca que su padre fue asesinado por una cuestión política es importante para la historia del país, además esto coincide con la intención de repatriar los restos del dictador, que están Brasil, a Paraguay.
La construcción de Itaipú corrió por cuenta de los gobiernos dictatoriales de aquel entonces, ambos dictadores desecharon el proyecto original que se creó bajo el Gobierno del presidente João Goulart, que estaba listo y que iba a llevar el nombre de “Represa Siete Caídas” a un precio de obra diez veces menor al que finalmente costó.
Toda la documentación que iba a ser publicada en el libro del diplomático desapareció, ya que al poco tiempo de la muerte de su padre, Lygia junto con su madre llevó a un experto la maleta en donde guardaba los documentos que recolectó para el material bibliográfico, pero al abrirla la encontraron vacía.
La hija del exambajador brasileño anunció que presentará una denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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