En el departamento se realiza un promedio de 30 denuncias por mes y en mayo se registró la cifra más baja, con 21 denuncias. De este número, el 70 % corresponde a personas menores de 13 a 17 años de edad. Es lo que informó a La Nación/Nación Media, la suboficial mayor Sonia Gauto, de la citada división policial.
El 30 % corresponde a casos de adultos, entre los cuales resaltan personas de la tercera edad con algún problema de salud y se perdieron de sus familiares. La agente policial mencionó que, en el caso de niños y adolescentes son variadas las causas, siendo una de ellos la ida de jóvenes a San Pablo, Brasil, para trabar en condición de inmigrante ilegal y no avisan a sus familiares.
“Hace poco tuvimos el caso de una adolescente de 15 años, se fue a San Paulo, para trabajar en una fábrica y no avisó a su familia, pero al cabo de unos días se comunicó con su gente porque encontró que no era lo que le prometieron, quería volver y no tenía dinero para su pasaje”, explicó la oficial Sonia Gauto.
Otra situación que suele motivar denuncia por desaparición es la pelea de pareja, donde la mujer salió de la casa y se desconoce su paradero, por cuya causa su familia realiza la denuncia, según la policía. En el caso de los niños, los que están en situación de vulnerabilidad, son los que más desaparecen, aunque unos días después los localicen de nuevo, según la agente policial.
Esta semana, un hogar de niños denunció la desaparición de uno de ellos, pero al día siguiente se comunicó su aparición, porque el niño fue a casa de su compañero para estudiar, según el aviso posterior de los responsables del hogar infantil.
La agente Gauto indicó que en el 70 % de las denuncias el resultado es la aparición de las personas, pero la familia ya no comunica a la Policía y en el registro permanece la desaparición, lo que perjudica el trabajo. Agregó que es un problema para el diagnóstico certero de los casos porque no hay confirmación sobre la localización en números exactos.
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