El epicentro de las acciones del domingo se encontraba en la ciudad de Luque, bajo un intenso calor que cubría el estadio Feliciano Cáceres.
Sportivo Luqueño, agobiado por el promedio y tratando de sumar puntos que le permitieran alejarse del abismo del descenso, recibía a un Cerro Porteño encumbrado, firme único líder de la tabla de posiciones.
El Auriazul llegaba luego de haber empatado el pasado fin de semana ante Guaraní en condición de visitante. Los de Barrio Obrero, por su parte, llegaban inspirados gracias a una gran victoria ante su tradicional rival Olimpia en el superclásico.
En los papeles previos se anunciaba un partido cargado de emociones y de buen fútbol. Pero las altas temperaturas conspiraron contra el nivel del fútbol durante buena parte del primer tiempo de juego.
Los dos equipos trataban de dominar el balón, recurrir a los toques y así generar llegadas de peligro, pero como resultado se tenía un partido trabado con las acciones concentradas en la zona del mediocampo.
Tanto Joel Silva como Roberto Fernández estuvieron fuera de acción por un largo período. Recién en el minuto 28 llegaría la primera acción cargada de peligro sobre uno de los arcos cuando Pedro Vera recibió el balón y decidió rematar de media distancia.
El disparo pasó cerca del travesaño del arco protegido por Fernández.
Cuando parecía que la primera etapa caminaba a llegar a su final con el marcador en blanco, en el minuto 39 Ángel Romero ingresó al área luqueña y terminó cayendo luego de acusar una falta del defensor Miguel Almirón. El árbitro del encuentro decidió pitar penal.
Julio Dos Santos se encargó de la definición desde los doces pasos y lo hizo de gran manera para terminar poniendo el 1-0 a favor del Ciclón.
Con esa mínima diferencia a favor de Cerro Porteño llegarían a su final los primeros 45 minutos.
En la complementaria, el nivel del juego creció exponencialmente con respecto a la primera parte.
Luqueños y cerristas se dieron a la búsqueda insistente de oportunidades que les valieran para hacer variar una vez más el marcador. Ambos rivales se turnaban a la hora de dominar el balón y así se sucedían las llegadas sobre los arcos.
El cuadro auriazul consiguió adueñarse del dominio del balón para comenzar un insistente asedio en busca del empate. Cerro apuntaba a utilizar el contragolpe como arma para hacer daño a la defensa luqueña.
Y ese arma le dio frutos. En el minuto 58, Carlos Bonet ganó el fondo por el costado derecho y terminó metiendo un centro rasante al área luqueña donde Guillermo Beltrán dejó pasar el balón para que Diego Godoy llegara al segundo palo y enviara el esférico al fondo del arco.
Llegaba así el 2-0 del puntero del campeonato.
Luqueño no se rindió nunca y siguió presionando a la zona defensiva del Ciclón. Una y otra oportunidad se dieron frente al arco azulgrana, pero los reflejos de Fernández y sus defensores o la falta de tino de los delanteros locales no ayudaban a las intenciones auriazules.
En el minuto 63, Rodrigo López recibió el balón y giró para ingresar al área cerrista. El delantero luqueño cayó al piso ante la marca de un defensor rival. El árbitro pitó la pena máxima una vez más, esta vez a favor de los luqueños.
El mismo López se encargó de marcar el descuento luqueño.
A partir de ahí, nuevas ocasiones se dieron mientras el ambiente se iba caldeando cada vez más fuera y dentro del campo de juego. Además de las oportunidades de gol, las tarjetas amarillas se sucedían.
El cronómetro completó los noventa minutos con la victoria cerrista en el Feliciano Cáceres.
Cerro Porteño se impuso en su visita al Sportivo Luqueño. El Ciclón se mantiene firme al frente de la tabla de posiciones y saca cuatro puntos de diferencia con su principal perseguidor. El Auriazul, por su parte, sigue complicado en la lucha por evitar el descenso.
FuenteAbc
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