
María Alejandra Peralta, directora del departamento de DD.HH. de la Fiscalía, indicó a la radio 780 AM que existen varias inconsistencias entre las lesiones que Juan Arrom y Anuncio Martí narran que sufrieron, las que constan en el acta de la Junta Médica y las que se verificaron mediante una pericia.
“Es imposible que Juan Arrom no sepa que tenga una enfermedad preexistente”, dijo respecto a las supuestas lesiones en los genitales que asegura haber sufrido.
En ese sentido, el médico forense Pablo Lemir indicó a la misma emisora que Arrom ya padecía de una enfermedad conocida como varicocele, que es el agrandamiento de las venas dentro de la piel floja que sostiene los testículos, por lo que el hombre tenía un testículo más grande que el otro.
El experto de la Fiscalía remarcó que por lo tanto no se ajusta a la verdad el informe firmado por el grupo de 13 médicos que lo revisaron luego de su hallazgo tras presuntas torturas. Entre los doctores figuran Esperanza Martínez, Jorge Querey, Héctor Lacognata, Enrique Bellasai, Edgar Giménez, etc.
“Los mismos afirmaron que el testículo derecho de Arrom estaba aumentado al doble de su tamaño, presuntamente por golpes recibidos“, sostuvo Lemir. Añadió que este error no habría sido voluntario sino que se dio por falta de seguimiento del caso, ya que posteriormente en la ecografía realizada durante la pericia se constató que el sujeto en realidad tenía un testículo más grande que el otro por su enfermedad.
Agregó que tampoco se constataron moretones en la parte baja del abdomen, golpes en la cabeza y hemorragia nasal, tal como denunciaron. “El informe no es falso, pero posee errores. Encontramos en el informe médico que tenía unos moretones y eso es fácil de visualizar, en el vídeo de su liberación, que no hay ningún moretón”, explicó.
En cambio confirmó que Martí sí tenía lesiones contusas a nivel de la región lumbar baja y tórax lado izquierdo. Arrom tenía a su vez excoriación (por rozamiento) en la frente y lesiones en ambas muñecas. Todas son superficiales y no afectaron órganos internos. No son lesiones que dejan secuelas a futuro y a una semana ya se curan, de acuerdo con el entrevistado.
Remarcó que tras la supuesta liberación de los criminales secuestrados, la Fiscalía solicitó el acceso físico para ver a los mismos, pero su abogado se negó y así implementó un cerrojo para la verificación oficial de la presunta tortura. “No había ningún fiscal o juez, por lo que no fue una pericia propiamente”, dijo sobre la intervención de los 13 médicos.
RIFOCINA
Hans Lindstrom, sobrino del ganadero Luis Lindstrom, asesinado por los epepistas en mayo del 2013 en el departamento de San Pedro, sumó su punto de vista en el caso y remarcó que es muy llamativo que los secuestradores hayan pasado todo el tiempo con Rifocina en mano.
Es por ello que consideró que las supuestas heridas de Juan Arrom en la cadera eran manchas de Rifocina para exagerar el aspecto de algún posible moretón. En ese sentido recordó que Martí tenía el spray en su mano cuando salió de la vivienda donde supuestamente fue retenido contra su voluntad.
“Estaba tan preocupado por sus notorias y gravísimas heridas “en todo el cuerpo” como decía el informe de 13 médicos, que no se despegó de su kit de primeros auxilios en toda la tarde de aquel traumático día del rescate”, refirió a través de su cuenta en Twitter.
HOY
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