Uno de los sectores del penal de Tacumbú. / EFE
En conversación con Canal 100, la secretaria de Estado Sheila Abed se refirió a uno de los flagelos que se originan en las penitenciarías.
Reconoció que las continuas requisas no pudieron frenar las llamadas extorsivas por parte de los internos.
“Hacemos requisas pero en 15 ó 20 días vuelven a tener los celulares. Este es un proceso que va a exigir un trabajo de varios años”, manifestó.
Resaltó, sin embargo, que se logró realizar un seguimiento de los internos dedicados a esta práctica.
“Ya sabemos quiénes son, dónde están. Hay un grupo, no son demasiados, pero ya conocemos dónde están. Conocemos su modus operandi”, sostuvo.
Indicó que una de las medidas más próximas será activar bloqueadores de llamadas en sectores específicos.
“Estamos trabajando con la Unidad Antisecuestro y vamos a proceder a bloquear las llamadas, sobre todo sitios que estamos identificando como los sectores desde donde se hacen las llamadas”, aseveró.
Reconoció que actualmente el aparato bloqueador de llamadas del penal de Tacumbú, el principal del país, está desactivado, debido a que generaba inconvenientes a los lugareños.
“Bloqueaba la señal de todo el vecindario. Se tuvo ese inconveniente y ahora estamos trabajando nuevamente en eso”, explicó.
Indicó que se recurrirá a otros equipos más precisos que interfieran las señales de ciertos sectores del penal, sin afectar a los pobladores asentados en los alrededores.
FuenteAbc
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