- La funcionaria de la Deag Lidia Zabrodiek fue trasladada sin previo aviso ni sumario del puesto de trabajo en Carmen del Paraná que ocupó durante 33 años, “en represalia” por haber denunciado que Miguel Gneiting se apropió de un tractor de la institución. El político colorado –padre del gobernador de Itapúa, Luis Gneiting (ANR), y del intendente de esta localidad, Germán Gneiting (ANR)–, antes que defenderse de la acusación, hizo gala de prepotencia.
Itapúa: (José González, de nuestra redacción regional). La funcionaria de la Dirección de Extensión Agraria (Deag) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) Lidia Zabrodiek, en febrero de este año, denunció ante la comisaría y la fiscalía la apropiación indebida de un tractor y varios implementos agrícolas, que desde el 24 de febrero pasado estaban bajo su responsabilidad, según consta en la Asesoría Jurídica y la Dirección de Patrimonio de la Deag.
El martes 25 de febrero pasado, de acuerdo con la denuncia, Miguel Gneiting “forzó el candado del portón y llevó el tractor marca Valmet y los demás implementos agrícolas”, que estaban depositados en el patio del local de la Deag.
La funcionaria, madre soltera y con 33 años de antigüedad laboral, fue trasladada sin previo aviso ni sumario a la localidad de Fram, a unos 30 km de Carmen del Paraná. El traslado es la confirmación de una amenaza que le habría hecho Miguel Gneiting por haberlo denunciado, utilizando la influencia de sus hijos, el gobernador de Itapúa, Luis Gneiting (ANR), y el intendente de esta localidad, Germán Gneiting (ANR), ambos vinculados al poder político de la zona, entre ellos al vicepresidente de la República, Juan E. Afara.
En su defensa, Miguel Gneiting había afirmado que el tractor y los demás implementos “fueron entregados por el MAG a la Fundación Germán y Elsa Wilke para su uso en el colegio técnico de esta localidad”, pero que ahora (en febrero pasado) están cumpliendo una función social en la lucha contra el dengue, recolectando la basura de la ciudad”.
Hasta ayer el tractor del MAG continuaba en manos de la Cooperativa Carmeña, de la cual Miguel Gneiting es directivo, recogiendo los residuos domiciliarios de la ciudad. El servicio no es gratuito, ya que la cooperativa cobra G. 15.000 a cada usuario.
En el acoplado escribieron el nombre “Lidia”, con la aparente intención de agraviar a la funcionaria que denunció la sustracción de un bien del Estado.
Gala de prepotencia
Ayer quisimos consultar a Miguel Gneiting respecto a su responsabilidad en el tras- lado de la funcionaria, pero reaccionó amenazando a este corresponsal cuando llegó sorpresivamente al local de la Deag donde estábamos recabando información sobre el caso Zabrodiek.
“Usted no sabe con quién se está metiendo”, dijo en forma prepotente al viejo estilo stronista. Cuando se le preguntó si era una amenaza, respondió que sí e incluso intentó llegar a la agresión física y echarnos de la oficina pública. El jefe de la dependencia, Esteban Vega, quien estaba en el lugar, no atinó a intervenir para calmar al iracundo político.
FuenteAbc
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