Perros de raza Pitbull. (Archivo).
Lorena Paredes (30) fue en horas de la mañana del jueves último, como desde ya hace un tiempo, al barrio Centro de esta capital departamental para realizar la limpieza y el lavado de ropas de la familia de la casa donde trabaja.
Al igual que en ocasiones anteriores, sus dos hijos -de 10 años y 1 año 8 meses- la acompañaron. Cerca de las 10:30, cuando estaba manipulando el lavarropas, el perro de la raza Pitbull de nombre “Oly” y de dos años aproximadamente salió repentinamente de la pieza y fue hacia el lugar donde se encontraba el menor de los niños, recordó Lorena.
Al principio, el animal se acercó, aparentemente sin querer dañar al hijo de Lorena, pero en un momento dado empezó a morderlo en el brazo derecho; en ese instante, el otro hijo de la mujer intentó auxiliar a su hermano, pero el animal también lo atacó. El niño pequeño estaba protegido con un abrigo, pero los dientes del Pitbull quedaron incrustados en el mismo, por lo que empezó a moverlo de manera brusca, relató la madre de los chicos.
La mujer, al percatarse de lo ocurrido, se abalanzó sobre el animal para salvar a sus hijos. También ayudó la madre del propietario del perro, pero no pudieron calmarlo e intentó tomar al niño del cuello, pero no pudo porque el abrigo tenía capucha. “En ese momento le quité a mi hijo su abrigo y le aparté del perro, ahí me quedé de frente con él y me atacó en la cara, pero me soltó enseguida y fue a buscar directamente a mi hijo”, explicó.
MOMENTOS DE TERROR
Lorena Paredes dijo que vivió momentos de terror porque el animal nuevamente atacó a su hijo menor minutos después lo sucedido, pero ella logró alzarlo en sus brazos. Igualmente, el animal lo mordió en la pierna. “Tiene tres puntos en su pierna derecha, que hasta ahora (ayer) sigue hinchada. Porque tenía media y zapatito no le destrozó. Le hice correr y entré a la pieza del dueño del animal, pero escuché que mi otro hijo, el de 10 años, pedía auxilio”, refirió.
Indicó que salió en busca de su otro hijo y ya con un cuchillo en mano intentó apuñalar al animal, pero se rompió. En ese momento, el Pitbull estaba sobre su hijo, quien se encontraba en el suelo pidiendo desesperadamente ayuda.
“Logramos con la mamá del dueño del perro que el animal soltara a mi hijo, pero nuevamente 'Oly' fue a buscar a mi hijo más pequeño que estaba en la cama y una vez más se abalanzó sobre él. Le subí a mi hijo sobre un mueble alto, mi hijo mayor corrió hacia la calle y volvió a entrar a la casa. El perro le vio y se fue nuevamente hacia él, pero logró cerrar la puerta y ganó la calle. Aproveché ese momento para tomarle a mi hijo y salir”, relató.
AUXILIADOS
Del susto, la mujer y sus hijos cayeron en un charco una vez en la calle. Allí le pidió auxilio a un vecino, que pudo conseguir una camioneta y trasladar rápidamente a los heridos hasta el Hospital Regional de Concepción.
RESPONSABLE
La mujer dijo que el propietario de “Oly” se hizo responsable de los gastos de la atención recibida por ella y sus hijos. Señaló que el animal está bien cuidado y que estaría vacunado. Finalmente, mencionó que no pretende ningún beneficio económico y que más bien contó a la prensa lo ocurrido para que se divulgue su caso y se tenga cuidado con animales de esa raza. También omitió el nombre del propietario del perro.
OTRO CASO EN VILLA ELISA
VILLA ELISA (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). El pasado 12 de julio se registró un grave incidente en el barrio 29 de Setiembre de esta ciudad, tras una pelea de perros de las razas Boxer y Pitbull, que andaba permanentemente por la calle.
Según los antecedentes, el Pitbull -perro considerado asesino- de Zulma Fatecha atacó al boxer perteneciente a Tomás Fleitas y este, en su afán de defender a su mascota, mató de dos balazos al can del vecino.
“El pitbull atacó a mi perro y lo sacó del cuello por debajo del portón e intenté separarlos, pero fue imposible. Inclusive se iba a abalanzar sobre mí y le tuve que disparar para defender a mi perro y a mí mismo”, expresó Fleitas.
Dijo que la familia Fatecha ya cuenta de nuevo con otro ejemplar de la misma raza y que sale a la calle con frecuencia, apeligrando a los vecinos. La dueña negó que tengan un nuevo perro y dijo que el ejemplar que vieron los vecinos es de un amigo de su hijo.
Sin embargo, a raíz de este antecedente la municipalidad local analiza la posibilidad de reglamentar la tenencia de animales peligrososmediante una ordenanza. Los vecinos alegan que no se puede tener suelto y por la calle a un Pitbull.
Abc
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