Edelio Morínigo Florenciano, junto a su esposa, Elisa Mabel Ledesma.
Desde el 5 de julio, cuando tomaron de rehén a Edelio, muchas versiones circularon, como que el uniformado se unió a la gavilla criminal o que era un infiltrado de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), pero finalmente se supo a través de una carta enviada por el EPP que estaba en calidad de secuestrado.
Lo real y concreto es que el suboficial Morínigo es una de las víctimas del EPP y que su vida corre peligro, ya que sus captores quieren hacer un intercambio de presos por el uniformado y no existe posibilidad alguna de ello, ya que el Gobierno aclaró que no negociará con criminales.
Morínigo está en manos de peligrosos delincuentes que ya cargan sobre sus espaldas la vida de muchas personas inocentes, a las que supuestamente dicen representar pero a las que matan ante la primera oportunidad.
Los secuestradores del policía no se manifestaron nunca en estos meses, excepto el 30 de septiembre, cuando dejaron la carta en que dieron a conocer su intención de canjear la vida del uniformado por la libertad de seis criminales que se encuentran presos en los penales de Tacumbú, Buen Pastor y la Agrupación Especializada.
Abc
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