Es madre de tres hijos, de los cuales todos son profesionales y le dan el aliento para seguir adelante
El tiempo la dejó atrás. Las circunstancias de la vida la obligaron a resignar un montón de cosas, entre ellas el estudio y la posibilidad de un futuro mejor. Pero el amor propio, la valentía de encarar el qué dirán y por sobre todo la vocación de ser alguien en la vida y de esa manera para darle un futuro mejor a sus hijos fue el gran empujón para que a sus 51 años ña Magdalena Peralta no haya renunciado a sus sueños de seguir estudiando.
“Fuimos muy pobres y por eso no pude terminar mi escuela. Hice hasta el 6.º grado y veníamos e íbamos con mi mamá”, expresó la doña quien ahora pudo volver a la escuela después de varios años de haberla dejado con la sola meta de saldar esa deuda.
Doña Magdalena desde muy niña tuvo que trabajar para ayudar a su mamá, ya que eran muy pobres y más que vivir sobrevivían. “Cuando tenía 4 años ahí salí de Caapucú. Me dieron como criadita, luego me fui otra vez y así fue mi rumbo”, contó la doña quien a sus 23 años tomó la decisión de casarse para formar una hermosa familia.
Ella cursa actualmente el 8.º grado en el colegio “San Luis” de la ciudad de Luque y resaltó sentirse orgullosa de su progreso, a pesar de que a veces le cuestan algunas materias como matemática. “Es más difícil en mi caso porque la mía ya no es una mente joven, pero tengo que intentar” resaltó Magdalena, quien es madre de tres hijos que son la luz de su día a día.
EN LA LUCHA
Doña Magdalena es dueña de una pequeña lavandería en la ciudad de Luque, aunque confesó que lo suyo es la repostería, algo que por problemas de salud no puede ejercer. Resaltó que de sus tres hijos uno oficia de sastre como el padre, otra es licenciada en Administración de Empresas y la más chica está estudiando odontología.
Cronica
no hay edad para el que quiere estudiar, fuerza a todos los que quieren seguir aprendiendo hasta el último día de su vida, y a los que no quieren aprender, mucha suerte!!
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