“Esa firma no me pertenece, ellos se encargaron de manipular los documentos. Ellos hacen lo que les viene en gana, manejan todo el sistema judicial en Caaguazu”, dijo a la 730 AM Claudia Silvero, en el careo que tuvo con Luciano Acosta Sosa, el asistente del diputado Antonio Buzarquis y quien comparte con éste la paternidad del hijo de la mujer.
“Nunca hubo autorización. Él (diputado) ya había fraguado mi firma. En ninguno de los dos casos yo ni acompañé ni di la autorización. Yo vivo en Villarrica y ese señor, estos señores viven en Oviedo. Los dos reconocimientos se hicieron en la oficina de Caaguazú”, agregó.
“Esta tipa miente, yo tengo pruebas de que concurrió al juzgado conmigo para el reconocimiento de la criatura. Tengo testigos que pueden avalar que fue consensuado”, retrucó Acosta Sosa.
Sin embargo la réplica de Claudia Silvero, amenaza con desatar una tormenta jurídica para el diputado, lo cual podrìa incluso “intoxicarlo” políticamente, y poner en
jaque su fuero parlamentario.
“Yo voy a pagar la prueba de ADN; y los que mienten pueden estar seguros de que van a tener problemas judiciales, tendrán que hacerse cargo de esto”, enfatizó Silvero.
Agregó que una vez que se aclare la verdad de las manipulaciones de documentos públicos (en los que, asegura, falsificaron su propia firma) los implicados tendrán que exponerse a las penas que para el efecto contempla la justicia.
Por su parte Luciano Acosta, el tercero de la discordia, admitió que “entre los tres” (él, Claudia Silvero y el diputado Buzarquis) se pusieron de acuerdo para montar la trama en la que aparecen dos padres para la criatura.
Por su parte, el Director de Registro Civil, José Cogliolo indica que se fiscalizará la oficina de la ciudad de Caaguazú ante los graves indicios de irregularidades.
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