El campeonato aparte, la máxima fiesta del fútbol paraguayo, el partido especial o, simplemente, el superclásico. Son distintos significantes para el mismo significado que tiene como protagonistas a Olimpia y Cerro Porteño.
Con campañas no acordes a lo esperado, el Decano y el Ciclón se citaron por 290ª vez por el campeonato nacional. Olimpia, en medio de un clima inestable desde el punto de vista futbolístico y en materia de puntos, bajo el interinato de Mauro Caballero recibió a Cerro Porteño.
Si bien el cuadro azulgrana consiguió resultados menos grises, el campeonato que viene realizando no cumple con las expectativas de su gente, atendiendo a los refuerzos que contrató la directiva. Por todo lo anterior, el Olimpia-Cerro Porteño generó poco entusiasmo, y eso se evidenció en las gradas del Defensores del Chaco, pero un clásico siempre es un clásico.
Con algunas variantes en el equipo, el Ciclón arrancó manejando la pelota y haciéndola circular sin mucha profundidad. El cuadro franjeado lo esperó bien ordenado para evitar sorpresas. El primer remate con sabor a peligro fue de Jonathan Fabbro a los 9’.
Olimpia igualó la tenencia del balón y así José Ariel Núñez inquietó a Antony Silva con un tiro a ras del suelo minutos después. Los dirigidos por César Farías volvieron a arrimarse a la portería de Diego Barreto con balones largos o tiros lejanos.
Dentro de la poca intensidad del juego, se evidenció el cambio de timón en cuanto a la iniciativa de proponer. Cuando el elenco de Para Uno empujaba al Ciclón, apareció un contragolpe guiado por Raúl Cáceres para desatar la alegría de la gente de Barrio Obrero.
El lateral cerrista, con velocidad, se metió al área decana y tras un remate con la pierna que más sabe que fue tapado por Barreto, Cáceres recogió el rebote y de zurda abrió el marcador a los 19’. El tanto fue protestado en campamento decano porque el contraataque se originó luego de un choque dentro del área del cancerbero azulgrana y Núñez.
Olimpia buscó empatar rápidamente; Alejandro Silva aportó desequilibrio y obligó a que se lo frenara con faltas. Cerro Porteño se sintió bien jugando de contragolpe y la pelota parada fue un arma constante pero improductiva del onceno franjeado.
Cerro Porteño hizo un trabajo sencillo, seguro, no se complicó y dejó la obligación de proponer al rival de turno. Al Decano le faltaron ideas y le sobró pasividad. La ventaja lograda por Cáceres no se vio quebrantada en lo que restó del tiempo inicial.
En la segunda fracción, Caballero ordenó dos cambios. En uno de los primeros avances, Alejandro Silva perdonó el tanto de la paridad. El entusiasmo decano duró cinco minutos y fue cortado por el fútbol azulgrana con base en los toques.
A los 53’, ambos equipos se quedaron con 10 hombres. El árbitro José Méndez expulsó a Alejandro Silva y Sergio Díaz, que discutieron cara a cara una falta de R. Cáceres. Olimpia creció y fue constante en ataque. No obstante, continuó su ineficiencia a la hora de meter el último pase.
De a poco, el Ciclón fue tomando las riendas del cotejo frente a un Decano nervioso que cometió sucesivas faltas. Las imprecisiones se vieron en los dos equipos: en Olimpia con los pases y en Cerro con los contragolpes.
José Ortigoza desperdició dos chances antes de ser cambiado y a los 69’, Silva tapó un bombazo de Nery Cardozo. Otro zapatazo de Cardozo, que hizo tambalear el travesaño cerrista, despertó a Olimpia y avivó el partido a los 76’. Luis Leal desperdició un contraataque segundos después.
El cuadro de Para Uno se adueñó de la pelota y la ventaja cerrista no se vio segura. A medida que transcurrían los minutos, aumentó el trabajo de la defensa de Barrio Obrero que respondió bien liderada por Víctor Hugo Mareco.
A los 90’, Cecilio Domínguez perdonó. Se sacó rivales de encima y remató débil dentro del área. Barreto le puso la pierna y el balón se estrelló en el travesaño. Olimpia vio vida en esta acción y empujado por su gente buscó la paridad. Sin embargo, fue la hinchada del Ciclón la que terminó celebrando un triunfo más sobre su clásico rival.
Cerro Porteño vuelve a reencontrarse con la victoria en el torneo local, lo hace ante Olimpia. Los tres puntos sirven para reacomodarse en el certamen y encarar con otra óptica el partido contra Cobresal, por Copa Libertadores de América el jueves. Además, se pone a tres puntos del líder Sol de América, su siguiente rival.
Por su parte, Olimpia ahonda su mala racha: la caída ante el Ciclón lo deja en el fondo de la clasificación con cuatro unidades y en la próxima jornada se las verá con el Sportivo Luqueño.
Abc
No hay comentarios:
Publicar un comentario