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LA NOTICIA DESTACADA

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domingo, 18 de diciembre de 2016

Cárceles: Más presos y menos condenados

De los 9.526 reclusos que en marzo pasado no tenían condena en Paraguay, la cifra trepó a 10.003 personas en este diciembre. El sistema penitenciario paraguayo está rebasado prácticamente en el doble de su capacidad poblacional y no se avizora un proyecto de reinserción posible. De las 16 penitenciarías, apenas dos pueden, todavía, recibir reos.

La Penitenciaría Nacional de Tacumbú, la más emblemática de todo el sistema carcelario del país, tiene capacidad para albergar a 1.687 reclusos, pero actualmente tiene a 3.613 reos. Es decir, 1.926 personas más de lo que puede acoger, sobre todo, para evitar motines o actos de violencia. Mientras más hacinados estén los reclusos, la posibilidad de un motín o de que “tomen” la cárcel aumenta, según organismos internacionales de seguridad.

En una reciente entrevista con la 970 AM, el nuevo defensor del Pueblo, Miguel Ángel Godoy, explicó que entrevistaron a los reos de Tacumbú y se toparon con que prácticamente ninguno conoce a sus defensores y mucho menos saben de pasos procesales, así como tampoco conocen en qué circunstancias se encuentran sus expedientes.


Godoy solicitó un informe sobre la cantidad actual de presos o personas con privación preventiva de libertad y se encontró con que más de 2.700 reclusos de Tacumbú se encuentran sin sentencia. En esta cárcel, el 70% de sus internos carece de recursos económicos y son representados por defensores públicos.

Pero no solamente es la Penitenciaría de Tacumbú la que presenta esta situación. De las 16 cárceles que se tiene a nivel nacional, apenas dos, Esperanza y Granja Itá Porã, tienen todavía disponibilidad para recibir reclusos con 16 y 3 lugares, respectivamente. Después, todas las demás dependencias están saturadas. Varias llegan a niveles como el de Tacumbú, donde el índice de la superpoblación llega a 114% sobre la capacidad que tiene este lugar de reclusión.

Pero hay otros lugares con peores condiciones que las de Tacumbú. Por ejemplo, en Emboscada, el índice llega al 257% de superpoblación, en una cárcel que tiene capacidad para albergar a 315 reclusos pero actualmente tiene a 1.125 reos. En esta misma línea se ubica la cárcel de Ciudad del Este, que tiene una capacidad poblacional de 450 reclusos, pero actualmente tiene 1.268 internos (181%).

Más presos, menos condenados

El pasado 1 de marzo, La Nación publicó algunos datos sobre la situación penal y judicial en Paraguay. En ese entonces, nuestro diario dio a conocer las condiciones de las cárceles y evidenció las dos caras que tiene la justicia en nuestro país; aquella que se muestra implacable con los que no tienen recursos económicos y luego los olvida, y la otra, que es absolutamente condescendiente con poderosos de “gran billetera” o trascendencia política.

En esa fecha, 9.526 internos de los penales no tenían condena, algo que no varió mucho hasta hoy. En efecto, aumentó la población penal sin condena, llegando a 10.003 personas que están recluidas actualmente y no están con una sentencia. En apenas nueve meses, aumentó en 477 reclusos la cantidad de reos sin condena.

Una gran parte de las personas privadas de su libertad en las cárceles nacionales no tiene idea de cómo avanzan sus casos judiciales. Muchos de ellos ni siquiera reciben la visita de sus familiares y mucho menos la de sus abogados. En efecto, una de las falencias que especialistas detectan en el sistema judicial penitenciario paraguayo es la cantidad de casos que atienden los defensores públicos; abogados que son pagados por el Estado para llevar la defensa jurídica de aquellos reclusos que no tienen los recursos económicos necesarios. De acuerdo con datos oficiales, un defensor público puede llegar a tener hasta 200 casos en un año.

Una mayoría de hombres

De las 13.191 personas que hacen –hasta diciembre de este año– a la población penal, el 93% (12.370) es hombre, mientras que apenas el 7% representa a las mujeres.

La situación de la población penal femenina no escapa al contexto que se tiene en todo el sistema. De las 821 mujeres que actualmente se encuentran privadas de su libertad, 562 están en carácter de procesadas, lo que representa el 68% de todas las reclusas. Del total, apenas 259 están condenadas.

La mayoría de las mujeres están recluidas en el Buen Pastor, que tiene capacidad para albergar a 200 personas, pero actualmente tiene a 440 internas, lo que supera ampliamente su capacidad poblacional.

LN

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