Marcas. El menor tenía varios rastros de golpes y hematomas en todo el cuerpo. La Fiscalía indaga el caso.
El menor fue rescatado por los vecinos, quienes, tras una intervención policial, lo llevaron al Hospital Regional para recibir atención médica, ya que tenía el cuerpo lleno de hematomas. Ahora esperan que el Ministerio Público investigue el caso y brinde protección al chico.
Los denunciados son Daniel Ferreira Rodríguez, padrastro, y Apolonia Vera, la madre, quienes deberán comparecer este jueves ante la fiscala Olga Melgarejo. El niño quedó al cuidado de los vecinos en forma provisoria.
Cansados de escuchar los gritos de desesperación de un niño en el momento en que sufría castigo físico a manos del padrastro y la propia madre, un grupo de vecinos se unió e ingresó a la casa para rescatar al menor que en la noche del martes último volvió a ser sometido a una golpiza, según los antecedentes.
El niño estaba de castigo, arrodillado en el momento en que ingresaron a la casa, según Juan Dielma, uno de los vecinos. “Así no, papito. Ya ovaléma, papito”, se escuchaba gritar al niño, de acuerdo al relato de los testigos. El chico presentaba hematomas en todo el cuerpo, en la espalda, los miembros inferiores, el glúteo y la cabeza; algunos viejos y otros nuevos, según los vecinos, quienes resolvieron no entregarles más al niño a la madre ni al padrastro.
Rafael Esquivel, el artista plástico Mbururu, acompañó a los vecinos hasta el centro asistencial y al Ministerio Público para la presentación de una denuncia penal y un pedido para que la unidad fiscal de la Niñez y Adolescencia investigue el caso. (E.M.)
UH
El menor fue rescatado por los vecinos, quienes, tras una intervención policial, lo llevaron al Hospital Regional para recibir atención médica, ya que tenía el cuerpo lleno de hematomas. Ahora esperan que el Ministerio Público investigue el caso y brinde protección al chico.
Los denunciados son Daniel Ferreira Rodríguez, padrastro, y Apolonia Vera, la madre, quienes deberán comparecer este jueves ante la fiscala Olga Melgarejo. El niño quedó al cuidado de los vecinos en forma provisoria.
Cansados de escuchar los gritos de desesperación de un niño en el momento en que sufría castigo físico a manos del padrastro y la propia madre, un grupo de vecinos se unió e ingresó a la casa para rescatar al menor que en la noche del martes último volvió a ser sometido a una golpiza, según los antecedentes.
El niño estaba de castigo, arrodillado en el momento en que ingresaron a la casa, según Juan Dielma, uno de los vecinos. “Así no, papito. Ya ovaléma, papito”, se escuchaba gritar al niño, de acuerdo al relato de los testigos. El chico presentaba hematomas en todo el cuerpo, en la espalda, los miembros inferiores, el glúteo y la cabeza; algunos viejos y otros nuevos, según los vecinos, quienes resolvieron no entregarles más al niño a la madre ni al padrastro.
Rafael Esquivel, el artista plástico Mbururu, acompañó a los vecinos hasta el centro asistencial y al Ministerio Público para la presentación de una denuncia penal y un pedido para que la unidad fiscal de la Niñez y Adolescencia investigue el caso. (E.M.)
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