La secretaria de Estado dedicó el espacio ante los medios a defender su gestión, que se extendió por dos años y nueve meses. “No cedí a las presiones y no negocié con los recursos del Estado; trabajamos arduamente con la cooperación internacional”, aseguró. Además, señaló que bajo su administración se desvinculó a 5.000 planilleros del MEC.
Pese a haber sido en las últimas semanas la funcionaria más repudiada por los estudiantes secundarios, garantizó que “hemos dado pasos casi imposibles en estos dos años y nueve meses. Espero que el proceso no se interrumpa”, agregó.
La funcionaria saliente negó rotundamente los hechos de corrupción de los que la acusan los estudiantes. “Nunca toqué un solo guaraní de lo que no me pertenece; regresaba incluso más de lo que la ley me exigía cuando me entregaban viáticos para viajes internacionales”, declaró al tiempo de asegurar que las cuentas del MEC están “más sanas que nunca, disponibles”.
Lamentó también que “se hable muy poco de la educación y demasiado de la ministra” y dijo que si la noticia era ella y no la calidad educativa “no tenía nada más que hacer” en el cargo. Se dirigió además a los estudiantes diciéndoles: “Así no funciona la democracia; el Estado debe salvaguardar el bien común. El diálogo es la única herramienta para encontrar soluciones a todos los problemas”.
Dijo que esta renuncia es “la causa eficiente de los ataques que recibí durante mi administración” y pidió hacer “una toma, pero de conciencia”. Dijo que logró detener “a bandidos que robaban de la educación para sacar provecho personal”. Rescató una vez más la iniciativa de los concursos para docentes y agradeció tanto al presidente de la República como a la ciudadanía.
La psicóloga Marta Lafuente duró un total de 2 años y nueve meses en el cargo. Había asumido la titularidad de la cartera en agosto de 2013. Su gestión fue cuestionada desde un principio, pues mantuvo frecuentes discrepancias tanto con docentes como con estudiantes. A los docentes les había descontado los días no trabajados cuando realizaron una huelga general en 2013, lo que le generó repudio del sector.
En cuanto a los estudiantes, los techos desplomados en varias escuelas, el incumplimiento en compromisos como la merienda escolar, los kits y el boleto estudiantil fueron algunos de los reclamos. Estudiantes y docentes venían pidiendo su renuncia desde hacía bastante tiempo. Finalmente, la toma de colegios sin posibilidad de diálogos fue la medida radical que Lafuente no pudo resistir.
Estudiantes festejan en las calles; sin embargo, advierten que las protestas no cesarán hasta que no vean "una limpieza completa" en todo el Ministerio.
Abc
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