La señora Dolores Vázquez es una vecina del distrito de San Cosme y Damián, y estudia en una facultad de Ayolas. La mujer está luchando por alcanzar lo que sería su primer título universitario, para lo cual viaja tres veces por semana desde donde vive hasta la casa de estudios.
Su historia recorrió las redes sociales, principalmente a través de una publicación de lapágina de Facebook de "Kaipuente". Dolores contó que uno de sus mayores sueños fue justamente el de estudiar una carrera, "pero que nunca se le permitió".
Recién hace cinco años, con la apertura de la sede de una universidad privada en San Cosme y Damián, pudo acceder a estudiar. Sin embargo, no todo fue tan fácil. Debido a la poca cantidad de alumnos que tenía la facultad cerró; y parecía que el objetivo de esta guapa mujer nuevamente iba a incumplirse.
Pero volvió el entusiasmo cuando un año después recibió la propuesta de estudiar en la sede de la UPAP de la ciudad de Ayolas, la cual aceptó. Actualmente doña Dolores está en el tercer año de la carrera que eligió y dice no tener apuros.
"Tanto tiempo esperé que no vendré a apurarme a esta altura de la vida", indicó. Añadió que a su parecer es mentira la premisa de que no existen oportunidades de estudio para los jóvenes. "El que se propone puede", expresó.
Doña Dolores se dedica a la cría de animales menores, con lo que solventa sus estudios universitarios, además de recibir la pensión para adultos mayores del Programa Tekoporã.
UH
Su historia recorrió las redes sociales, principalmente a través de una publicación de lapágina de Facebook de "Kaipuente". Dolores contó que uno de sus mayores sueños fue justamente el de estudiar una carrera, "pero que nunca se le permitió".
Recién hace cinco años, con la apertura de la sede de una universidad privada en San Cosme y Damián, pudo acceder a estudiar. Sin embargo, no todo fue tan fácil. Debido a la poca cantidad de alumnos que tenía la facultad cerró; y parecía que el objetivo de esta guapa mujer nuevamente iba a incumplirse.
Pero volvió el entusiasmo cuando un año después recibió la propuesta de estudiar en la sede de la UPAP de la ciudad de Ayolas, la cual aceptó. Actualmente doña Dolores está en el tercer año de la carrera que eligió y dice no tener apuros.
"Tanto tiempo esperé que no vendré a apurarme a esta altura de la vida", indicó. Añadió que a su parecer es mentira la premisa de que no existen oportunidades de estudio para los jóvenes. "El que se propone puede", expresó.
Doña Dolores se dedica a la cría de animales menores, con lo que solventa sus estudios universitarios, además de recibir la pensión para adultos mayores del Programa Tekoporã.
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