Aviso sobre el Uso de cookies: Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del lector y ofrecer contenidos de interés. Si continúa navegando entendemos que usted acepta nuestra política de cookies y basado en la politica de privacidad de Google Adsense. Puede leerlo en el enlace a continuación

LA NOTICIA DESTACADA

Estas agencias de viajes no están autorizadas a operar

La Secretaría Nacional de Turismo advierte que circulan en el mercado 11 agencias de viajes que carecen de habilitación para funcionar. Se i...

lunes, 24 de julio de 2017

“Pequeña gran” familia que vive con altura

SIN COMPLEJOS. Los hermanos Guerrero, aunque son de estatura baja, nunca se acomplejaron ante las discriminaciones


“Las cosas buenas vienen en envases pequeños” dice un conocido refrán que en este caso se aplica bastante a la familia Guerrero, de Valle Karê, Itauguá. Son en total diez hermanos, de los cuales cuatro salieron con estatura baja. Miden en promedio unos 140 centímetros.

En varias ocasiones su estatura fue motivo de burla o sorpresa de muchos de sus compañeros de escuela y colegio, pero esta familia pudo demostrar ante todo, que nada de eso importaba, se superaron y salieron profesionales.

Esto no hubiera sido posible sin la influencia que ejerció en todos ellos su finado padre, quien los preparó psicológicamente ante posibles casos de discriminación y les enseñó que para cumplir sus sueños no habían barreras.

Cada uno formó su familia y también tuvieron hijos con estatura baja y aplicaron la misma enseñanza de su papá. Ana es peluquera y asesora de seguro médico, Liz trabaja con su marido manejando un transporte escolar, Sara es docente y su finado hermano César, más conocido como el “Charro” de Itauguá, tenía un grupo musical, pero falleció de una enfermedad terminal hace ya muchos años atrás.

“No nos afectó nunca la discriminación de la gente porque mi papá nos preparó mucho para eso, porque él era de estatura baja también. Mis clientas en la peluquería me respetan y siempre eligen que les atiendan porque miran mi trabajo”, aseguró Ana (36).

SU FAMILIA. Ana con su esposo Alejandro y sus tres hijas: Yolanda, Belén y Noemí.

Lo enamoró su perseverancia, he’i

Ana tiene tres hijas, y la mayor es Yolanda, quien tiene 17 años, y también salió chiquita, pero al igual que su madre supo sobrellevar todo tipo de discriminación. Su marido, Alejandro Neffa (37), quien tiene una estatura normal, contó que la conoció en el colegio y asegura que siempre le llamó la atención la personalidad de Ana, pues siempre fue perseverante y nunca se dejó vencer por su estatura.

“Cuando tuvimos hijos lo que nos costó un poco, porque ellas nacieron casi todos juntos, cada tres años, y como ella tiene esa condición le costaba mucho el tema de colectivo, subirse con ellos, pero se desempeña como una persona normal”, dijo.

Tienen una mejor vida que otros

Todos los hermanos Guerrero se casaron, tuvieron hijos y una vida tranquila, lo que sorprende a muchas personas, he’i, ya que muchos ven que ellos consiguen tener lo que otras personas totalmente normales no pudieron conseguir. Además, son la solución del barrio ndaje, porque cualquier problema que se presenta, ellos se encargan de intermediar y solucionar. Son muy queridos en su barrio.


Cronica

No hay comentarios:

Publicar un comentario