El cuerpo de Bernardo Aranda fue encontrado en la habitación de su inquilinato en Barrio Obrero, totalmente calcinado y sin rastros que puedan servir para determinar a los autores del hecho.
La investigación de la Policía apuntaba hacia un crimen pasional y las sospechas iban dirigidas hacia la comunidad homosexual. Fue elaborada una lista de 108 hombres, a los que se les consideraba como posibles autores de la muerte del periodista Bernardo Aranda.
“La que debió ser una investigación policial derivó en una persecución a homosexuales. Pero con una característica muy particular: solo se persiguió a homosexuales opositores. Los que eran adherentes al Gobierno no fueron molestados. Y el régimen de Stroessner siempre tuvo su legión de putos propios. Muchos de ellos empotrados en el mismísimo núcleo central del poder”, dice el periodista Bernardo Farina, en un artículo publicado bajo el nombre de “El rock and roll de Bernardo” en el 2012.
Al respecto, la organización “Somos Gay” años atrás en un pronunciamiento señaló que “nunca se probó si alguno de los 108 detenidos tuvo relación con el crimen de Aranda. Se cree que el operativo se realizó para encubrir el relacionamiento que Aranda mantenía con un miembro del círculo de poder stronista”.
La muerte de Aranda y la búsqueda de los implicados, pasó a ser conocido como “los 108 y un quemado”. Desde entonces, dicho número sigue siendo utilizado para referirse a los homosexuales, por lo que es usado por el colectivo de gays, travestis y lesbianas como un símbolo de lucha contra la discriminación.
HOY
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