Por Justiniano Riveros / Concepción
Uniformados policiales e incluso colaboradores de la Iglesia Católica están involucrados con el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), manifestó ayer el obispo de Concepción, monseñor Zacarías Ortiz, en comprometedoras declaraciones respecto a la muerte del ganadero Lindstron.
Ortiz calificó de catástrofe la muerte de Luis Lindstron, a quien señaló que lo apreciaba mucho, por su trabajo y solidaridad, pero que, lamentablemente, como todo europeo, prevaleció su carácter y no paró la tala de árboles, haciendo caso omiso a las amenazas del grupo armado.
VÍNCULOS. Monseñor Ortiz dijo que el clero local, reunido en Horqueta, concluyó que la policía es instrumento del EPP o este le sirve al grupo.
"En muchas partes nuestros sacerdotes constataron que esa gente estuvo a punto de ser atrapada, pero que la policía se interpuso, lo cual implica que, de alguna manera, la policía lo ampara", explicó.
Manifestó que la Iglesia tiene sus colaboradores en el campo que están al tanto de lo ocurrido, pero que no hablan, por miedo; sin embargo, también sabe que hay colaboradores de la Iglesia que están con los del EPP.
Según el jefe de la Iglesia Católica en el Norte del país, los expresidentes Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo dejaron crecer el grupo al no darle importancia.
"El mismo Lugo me había dicho que es un pequeño grupo de cinco a seis personas insignificantes", añadió Ortiz.
El obispo señaló que la policía no captura al EPP, porque parecería que en la época de Fernando Lugo hubo apoyo al grupo.
Reiteró que entre en los cuadros policiales hay uniformados que colaboran con el grupo armado y aquellos que colaboran mueren, tal como ocurrió en la subcomisaría de Capitán Giménez, donde casualmente quedaron solos los que debieron morir, apuntó.
DESAFORTUNADO. Ortiz indicó que no fue tan agradable la invitación que hizo el presidente del Congreso Nacional, senador Alfredo Luis Jaeggli, a los ganaderos norteños a mudarse hacia el sur, porque eso es lo que quieren los narcos ganaderos para tomar las tierras del departamento, aseguró.
CARTES. El monseñor mencionó que no le conoce al presidente electo, Horacio Cartes, que se dice de él que fue narcotraficante, contrabandista, pero que es muy hábil en la administración.
"Yo tengo confianza en este hombre, pero debe cuidarse de su entorno, que tiene una corrupción mental", advirtió.
otro ataque del epp
Fuertes declaraciones hizo ayer monseñor Zacarías Ortiz, obispo de Concepción, sobre policías que colaboran con el grupo armado. También dijo que gobiernos anteriores dejaron crecer a esta guerrilla.
EL GRUPO ARMADO TIENE SU CAMPO DE ENTRENAMIENTO
El monseñor Ortiz manifestó que el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo se extiende y que tiene su propio cuartel donde forma a los adolescentes de edades que están entre los 14 y 16 años, que por su vulnerabilidad fácilmente son convencidos para tomar el arma como forma de combatir al capitalismo y la burguesía. "Yo estuve en una de las reuniones, donde les predican un comunismo trasnochado, haciendo vivas al Che Guevara y eso", explicó el obispo. Los reclutados son preferentemente de condición humilde, con poco estudio, a quienes se les adoctrina primeramente y una vez ideologizados se los incorpora.
FuenteUHnoticias
CARTES. El monseñor mencionó que no le conoce al presidente electo, Horacio Cartes, que se dice de él que fue narcotraficante, contrabandista, pero que es muy hábil en la administración.
"Yo tengo confianza en este hombre, pero debe cuidarse de su entorno, que tiene una corrupción mental", advirtió.
otro ataque del epp
Fuertes declaraciones hizo ayer monseñor Zacarías Ortiz, obispo de Concepción, sobre policías que colaboran con el grupo armado. También dijo que gobiernos anteriores dejaron crecer a esta guerrilla.
EL GRUPO ARMADO TIENE SU CAMPO DE ENTRENAMIENTO
El monseñor Ortiz manifestó que el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo se extiende y que tiene su propio cuartel donde forma a los adolescentes de edades que están entre los 14 y 16 años, que por su vulnerabilidad fácilmente son convencidos para tomar el arma como forma de combatir al capitalismo y la burguesía. "Yo estuve en una de las reuniones, donde les predican un comunismo trasnochado, haciendo vivas al Che Guevara y eso", explicó el obispo. Los reclutados son preferentemente de condición humilde, con poco estudio, a quienes se les adoctrina primeramente y una vez ideologizados se los incorpora.
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