- PIRAYÚ. Doña Patricia Salinas Vda. de Duarte cumplirá este lunes 95 años de edad y sus familiares, anticipándose a tan importante acontecimiento, ofrecieron un brindis en su domicilio del barrio Nº 4 de esta ciudad.
Nacida un 17 de marzo de 1919, Ña Patricia vivió su niñez y parte de su juventud y adolescencia en Asunción, en la casa del doctor Venancio Galeano, y cuando apenas tenía 13 años se desató la guerra contra Bolivia (1932-1935).
En su tradicional guaraní yopará (con el idioma castellano), nos cuenta que durante la contienda bélica, una madre soltera, Juana Guerreño, le pidió que sea madrina de su hijo Galo Guerreño, quien acudió al llamado de la patria.
“Acepté con mucho gusto, le enviaba encomienda como cigarro, fósforo y dulce de maní, que en principio llegaron a destino, hasta Ingavi; pero, para mi tristeza, en una de esas me enteró que ya no llegó porque mi ahijado ya murió”, indicó con la mirada puesta en el horizonte como pidiendo explicación a tan penoso momento vivido.
En otro momento de la entrevista, expresó que daba de comer a los heridos que venían del Chaco en el Arsenal de Guerra (Sajonia).
En su tradicional guaraní yopará (con el idioma castellano), nos cuenta que durante la contienda bélica, una madre soltera, Juana Guerreño, le pidió que sea madrina de su hijo Galo Guerreño, quien acudió al llamado de la patria.
“Acepté con mucho gusto, le enviaba encomienda como cigarro, fósforo y dulce de maní, que en principio llegaron a destino, hasta Ingavi; pero, para mi tristeza, en una de esas me enteró que ya no llegó porque mi ahijado ya murió”, indicó con la mirada puesta en el horizonte como pidiendo explicación a tan penoso momento vivido.
En otro momento de la entrevista, expresó que daba de comer a los heridos que venían del Chaco en el Arsenal de Guerra (Sajonia).
"SI ERA HOMBRE, ME IBA A LA GUERRA"
Con una voz que transmite seguridad y seriedad, indicó que "si era hombre, me iba a la guerra, porque debo defender a mi patria", aseguró doña Patricia.
Con una voz que transmite seguridad y seriedad, indicó que "si era hombre, me iba a la guerra, porque debo defender a mi patria", aseguró doña Patricia.
VIVE SOLA PORQUE LE ROBARON EN DOS OPORTUNIDADES
Apenas terminada la guerra contra Bolivia, contrajo matrimonio con Roque Duarte, quien regresaba de la guerra. Tuvieron diez hijos, de los cuales dos fallecieron. "Él se encargaba de ayudarme a cuidar a mis hijos porque no había a quién contratar", señaló Ña Patricia para luego agregar que en la actualidad vive sola porque ya en dos ocasiones sus empleadas le robaron.
Apenas terminada la guerra contra Bolivia, contrajo matrimonio con Roque Duarte, quien regresaba de la guerra. Tuvieron diez hijos, de los cuales dos fallecieron. "Él se encargaba de ayudarme a cuidar a mis hijos porque no había a quién contratar", señaló Ña Patricia para luego agregar que en la actualidad vive sola porque ya en dos ocasiones sus empleadas le robaron.
LIMPIA LA CASA, LAVA LA ROPA Y COCINA A LEÑA
Su tarea diaria consiste en lavar la ropa, barrer la casa y cocinar a leña, porque la que se hace en cocina a gas "no es sabrosa", sentenció, al tiempo de señalar que también utiliza la azada y el machete para limpiar el frente de su casa.
Su tarea diaria consiste en lavar la ropa, barrer la casa y cocinar a leña, porque la que se hace en cocina a gas "no es sabrosa", sentenció, al tiempo de señalar que también utiliza la azada y el machete para limpiar el frente de su casa.
LA VIRGEN DURANTE LA GUERRA
Entre las tantas anécdotas contadas por ña Patricia, destaca la aparición de la Virgen de Caacupé durante la guerra.
"La Virgen dejó Caacupé y se fue al Chaco, estaba preocupada por sus hijos; su ropa estaba manchada de sangre, volvió a los tres días a Caacupé”, señaló con voz firme.
NO A LA GUERRA
Uno de los deseos de ña Patricia es que nunca más se repita la historia, la guerra, porque solo trae dolor y tristeza a las familias paraguayas.
Entre las tantas anécdotas contadas por ña Patricia, destaca la aparición de la Virgen de Caacupé durante la guerra.
"La Virgen dejó Caacupé y se fue al Chaco, estaba preocupada por sus hijos; su ropa estaba manchada de sangre, volvió a los tres días a Caacupé”, señaló con voz firme.
NO A LA GUERRA
Uno de los deseos de ña Patricia es que nunca más se repita la historia, la guerra, porque solo trae dolor y tristeza a las familias paraguayas.
Fuente: ABC
No hay comentarios:
Publicar un comentario