María Eugenia Lanzetti no tuvo tiempo ni siquiera de apretar el botón antipánico que le había entregado la Justicia a raíz de agresiones previas. Foto: www.lavoz.com.ar
María Eugenia Lanzetti, de 44 años, no tuvo tiempo ni siquiera de apretar el botón antipánico que le había entregado la Justicia a raíz de agresiones previas: Mauro Bongiovanni, el padre de sus dos hijos, entró en el aula donde impartía clase y la degolló con un cuchillo delante de ocho niños.
La Policía detuvo a Bongiovanni, de 45 años y bajo tratamiento psiquiátrico, pocos minutos después del crimen.
Entrevistados por medios locales, los padres de los alumnos que presenciaron el feminicidio aseguraron que sus hijos quedaron "en shock" y el fiscal a cargo del caso anticipó que recibirán contención.
"En la Argentina tenemos una ley muy buena, pero que lamentablemente no se cumple", dijo a Efe la presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), Mabel Bianco.
Bianco criticó que Bongiovanni no estuviese preso pese a tener "antecedentes de haberla golpeado fuerte" y a haber violado previamente la restricción de acercamiento.
A su juicio, las medidas que se toman contra la violencia de género "son aisladas" y falla la articulación de la Justicia con la Policía y los servicios de salud y sociales.
"Aunque hubiera apretado el botón (antipánico), ya era tarde", dijo Bianco a modo de ejemplo tras subrayar la necesidad de tomar medidas de acompañamiento a las víctimas, dar capacitación a jueces y policías e impulsar programas educativos para prevenir la violencia.
Según la presidenta de FEIM, las escasas campañas informativas en Argentina no han logrado por ahora desnaturalizar la violencia ni permitir que muchas mujeres detecten a tiempo señales de alarma, como descalificaciones, humillaciones y presiones para que corten todos sus vínculos sociales.
"Es necesaria una educación en igualdad, equidad y libre de violencia de género", dijo a Efe la cofundadora de La Casa del Encuentro, Fabiana Tuñez.
Tuñez subrayó que la "cultura machista todavía está muy arraigada en Argentina y sigue naturalizando la violencia hacia las mujeres".
Cuando las víctimas se atreven a denunciar, su testimonio es a menudo puesto en duda por la policía, en especial en aquellos casos de violencia verbal y psicológica.
Ese fue el caso de la veinteañera porteña Aixa Rizzo, autora del vídeo "Del piropo a la violación", que ha sido visto por casi medio millón de personas en menos de dos semanas en la plataforma digital YouTube.
En el vídeo Rizzo denuncia el acoso sufrido por parte de un grupo de operarios en las cercanías de su casa y la incredulidad inicial con la que fue recibida en la comisaría a la que se acercó para presentar una denuncia.
"El acoso callejero es un grave problema que padecen niñas y adolescentes", confirmó Tuñez, quien asegura que es habitual que no se les quiera tomar la denuncia.
La Casa del Encuentro, cofundada por Tuñez junto a Ada Beatriz Rico, es una asociación civil que registra los feminicidios ocurridos en el país desde hace ocho años, ante la ausencia de estadísticas oficiales.
Entre 2008 y 2014, 1.808 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en Argentina, un promedio de una cada 31 horas.
Sólo el año pasado, 330 niños se quedaron sin madre porque un hombre la mató, en la mayoría de casos sus propios padres.
"Hay que trabajar mucho para que sea una prioridad en la agenda pública. Es una inversión para construir una sociedad de igualdad de derechos", exigió Tuñez.
UH
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