El uso de betún le destrozó el cuello a un niño de 10 meses, oriundo de Alto Paraná. Gentileza.
El director Gustavo Ortiz indicó que el paciente presenta una sepsis (infección) generalizada, ya que fue tratado con infusiones caseras y betún porque tenía inflamación en la región parotídea, supuestamente paperas.
“Tiene la piel muy sensible lo que generó una infección, la lesión comprometió la piel de toda la parte superior del cuello y parte baja de la cara, dejando al descubierto una parte muscular visible”, sostuvo el galeno.
El niño es oriundo de Alto Paraná, donde se le practicó la primera cirugía. Posteriormente fue trasladado hasta el Hospital Nacional de Itauguá, para ser sometido a una limpieza de mayor envergadura y posteriormente programar la operación reconstructiva.
Bruno Balmelli, director del Centro Nacional del Quemado, afirmó que primero se realizará una evaluación de la condición del menor y luego se fijará los pasos a seguir, de cara a la recomposición de la zona afectada.
Detalló que el chico de 10 meses padece una Fascitis necrotizante, por lo que se debe retirar la parte muerta o infectada de piel y tejidos que aún se encuentra en la zona afectada del paciente.
Expresó que este tipo de casos se presentan en reiteradas oportunidades y que tienen complicaciones, según cada paciente.
Debido a la gravedad del hecho ya se pidió la intervención de la Defensoría de la niñez y la Secretaria de la Niñez y Adolescencia.
De acuerdo al reporte de las autoridades sanitarias, la madre del niño amenazó a los médicos que trataron inicialmente el caso, y les dijo que “tenían que entregarlo como estaba antes”.
El informe menciona que la mujer hizo todo lo posible para que no se aplique la anestesia a su hijo, pese a que la cirugía requería del calmante.
UH
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