“Vinimos a pasar la Semana Santa con mi esposa y mis hijas de 3 y 5 años. Es la primera vez que ellas (las nenas) vienen acá y les van a conocer a sus abuelos”, empezó diciendo Gilberto.
“Estoy muy emocionado, alegre por estar acá. Antes no pudimos venir porque estábamos invirtiendo allá para hacer nuestra casa que ya está terminada”, omombe’u.
Comentó que ya extrañaba mucho estar con los suyos y que la Semana Santa es diferente en curepilandia, pero lo bueno es que se reúnen todos entre paraguayos y mantienen entre ellos la tradición paraguaya de la chipa, el asado del Jueves Santo, ere eréa.
“Me gustaría volver alguna vez, pero cuando todo cambie y haya oportunidades para la gente del campo, porque no tenemos oportunidades laborales. Yo allá por lo menos pude hacerme de casa, acá no es así”, dijo.
VACACIONES
Sulli Ortiz, esposa de Gilberto, comentó por su parte que aprovecharon y pidieron sus vacaciones para poder quedarse un poco más de tiempo. Estarán hasta el 5 de abril en nuestro país, para luego retornar al país vecino. “En la situación en la que estamos ya va a ser difícil volver, allá tenemos nuestra casa, nuestras hijas estudian ahí”, sentenció.
Sulli Ortiz, esposa de Gilberto, comentó por su parte que aprovecharon y pidieron sus vacaciones para poder quedarse un poco más de tiempo. Estarán hasta el 5 de abril en nuestro país, para luego retornar al país vecino. “En la situación en la que estamos ya va a ser difícil volver, allá tenemos nuestra casa, nuestras hijas estudian ahí”, sentenció.
MULTITUD DE GENTE
Una gran multitud de gente se aglomeró ayer en la Terminal de Ómnibus de Asunción. El movimiento se empezó a notar ya desde el lunes. Los viajes se realizan a todas partes del interior del país, como Santaní, Coronel Oviedo, Encarnación, Caaguazú, Caazapá, Ciudad del Este, ere eréa. La Terminal se prepara para recibir a al menos 500.000 personas durante toda esta semana, y debido a la gran cantidad de gente que se va a juntar, recomiendan cuidar las pertenencias para que ningún vivaracho se quiera “adueñar” de ellas.
El lugar está reforzado por personal policial como también por agentes de salud. La Dinatrán insta, por su parte, a denunciar en caso de que choferes excedan en el cobro del pasaje. Las sanciones van hasta 12 millones de guaraníes para las empresas que abusen.
Una gran multitud de gente se aglomeró ayer en la Terminal de Ómnibus de Asunción. El movimiento se empezó a notar ya desde el lunes. Los viajes se realizan a todas partes del interior del país, como Santaní, Coronel Oviedo, Encarnación, Caaguazú, Caazapá, Ciudad del Este, ere eréa. La Terminal se prepara para recibir a al menos 500.000 personas durante toda esta semana, y debido a la gran cantidad de gente que se va a juntar, recomiendan cuidar las pertenencias para que ningún vivaracho se quiera “adueñar” de ellas.
El lugar está reforzado por personal policial como también por agentes de salud. La Dinatrán insta, por su parte, a denunciar en caso de que choferes excedan en el cobro del pasaje. Las sanciones van hasta 12 millones de guaraníes para las empresas que abusen.
Es el caso de Karen Zorrilla, quien viajó ayer con su pequeño Lionel de un poco más de un año, para ir a ver a sus padres y hermanos y pasar con ellos en su ciudad natal de Santaní.
“Me toma de dos a tres horas llegar ahí, mi marido tiene que trabajar, por eso se queda por Asunción, él nos acompañó nomás a tomar el colectivo”, comentó.
Explicó que luego de dos años volverá a pasar una Semana Santa en la ciudad que la vio nacer debido a que el trabajo no le permitía y tenía pocos días libres. “Cuando uno trabaja ya es difícil porque tenemos que estar sí o sí prestos para el lunes nuevamente y es bastante cansador, uno se va y se queda un rato nomás”, dijo.
Por su parte, su marido Guillermo Alvarenga dijo: “Me gustaría poder viajar con ella y pasar con su gente. Yo soy argentino, pero hace muchos años que estoy acá. No puedo porque me toca trabajar esta Semana Santa, lastimosamente, para conseguir el pan diario es así”, finalizó el marido.
“SE RESPETA TODAVÍA”
María Luisa Salazar se encontraba ayer esperando el micro que le lleve a San Pedro, en la Terminal. Estaba en compañía sus tres hijos. “Me voy con mis hijos, mi marido no pudo viajar por motivos personales, pero vamos nosotros”, contó.
Comentó que llevan todos los productos necesarios para hacer la chipa y que sus hijos lo que más esperan es siempre la Semana Santa, para poder compartir con sus primitos.
“Ahora después de mucho tiempo estamos viajando otra vez. Es uno de los mejores momentos de la familia. Nosotros hacemos siempre todo lo tradicional ahí, todavía se respetan las costumbres, no hay que hacer ruido y esas cosas”, contó.
Cronica
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