Los religiosos Gustavo Ovelar y Francisco Javier Bareiro (camisa negra), denunciados por abuso sexual. |
Comentó que el menor junto a sus primos asistía a varios retiros de la capilla Cristo Rey de Villarrica y en una de esas ocasionales el padre Francisco Javier Bareiro comenzó a prestarle más atención.
“Ese padre me quiere demasiado”, manifestó la víctima a su madre, quien indicó a la 730 AM que jamás les pasó por la mente que el sacerdote tenía intenciones oscuras con todas muestras de cariño que tenía hacia su familia,
“Estábamos contentos de que nuestro hijo tenía buen influencia. (Bareiro) le regalaba quepis, camiseta, celular, dinero, mi hijo era su guardaespaldas”, sostuvo la mujer.
El martirio del muchacho comenzó después de un viaje a Caacupé, donde quedaron a dormir tras la celebración de una Santa Misa. Según la señora, en esa ocasión el padre manoseo al adolescente mientras dormía.
“Le llamaba a toda hora, le decía que quería hacerle el amor, que estaba enamorado de él. Después se calmó, le pidió disculpas y le dijo que todo se trató de una broma”, declaró.
Posteriormente el sacerdote Bareiro volvió a citar al joven, para que lo acompañe a una misa. Sin embargo, el denunciado desvió el camino y lo llevó a un balneario de Coronel Oviedo, donde ya se produjo el abuso sexual.
Totalmente afectado el chico viajó a la Argentina, para tratar de olvidar lo sucedido. La mujer contactó con otras víctimas y decidieron encarar al superior de los padres, de nombre Francisco Carillo.
Supuestamente éste les pidió que lleguen a un “acuerdo amistoso” con Ovelar y Bareiro. Otro de los presuntamente abusados habló con la misma emisora y añadió que Carrillo solicitó que paren con las denuncias o sino podrían terminar muy mal.
HOY
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