Es, sin lugar a dudas, la bebida más popular del país y lo primero que siempre ofrece un paraguayo a cualquiera que pise su casa. Una jarra de agua helada y una guampa, recipiente de cuerno de vaca o madera, cargada de yerba mate.
Tomar tereré es un acto social, une a la gente en los pasillos, las plazas y los parques. Se comparte el tubo metálico con el que se sorbe el agua, pasa de una boca a otra, no importa lo grande que sea el grupo.
El conductor paraguayo tiene prohibido hablar por el teléfono móvil en el coche, pero es legal levantar con una mano derecha, cada dos cuadras, un termo de dos litros forrado en cuero con el símbolo de su equipo de fútbol mientras sujeta con la izquierda la guampa, que deja rebosando de agua y yerba antes de sorber ruidosamente.
La devoción por esta infusión fría no distingue clase ni condición social, en un país con unas temperaturas medias de entre 35 y 38 grados, son pocos los que no caminan con un gigante termo colgando de la mano.
En la más seria audiencia del Senado, en cualquier reunión de oficinistas o en las paradas de los taxistas siempre habrá algún paraguayo sorbiendo un tereré.
Guillermo Genes, un artesano que hoy se ha sumado a la festividad de la infusión con un puesto en una céntrica plaza de Asunción vendiendo termos forrados y recipientes para tomar la infusión, explica a Efe que la bebida es tan popular que "hoy el termo es un complemento más".
"Antes servía cualquier cosa, pero la gente ahora se quiere distinguir. Quiere su color preferido, su nombre bordado, el de su equipo de fútbol", dice el vendedor.
Genes recuerda que la bebida se arraigó completamente en la sociedad paraguaya a partir de la Guerra del Chaco, que les enfrentó con Bolivia entre 1932 y 1935.
Los soldados paraguayos estaban acostumbrados a tomar la yerba con agua caliente como en la cuenca del río de la Plata, es decir, Argentina y Uruguay, además de los "gauchos" del sur de Brasil.
Pero el Chaco es un lugar muy árido y caluroso, y los paraguayos dejaron de calentar el agua para no dejar señales de fuegos en las trincheras, y se popularizó el tomarlo frío, algo que tras la victoria se convirtió en todo un símbolo.
Paraguay celebra hoy el Día Nacional del tereré, declarado así oficialmente hace 4 años para honrar al brebaje.
La declaración fue un reivindicación nacional, ya que la yerba es común a varios países de la región, aunque es originaria de Paraguay, cuestión siempre debatida en cualquier esquina o bar de una ciudad donde haya brasileños, paraguayos, argentinos o uruguayos juntos.
"Es algo único, es algo nuestro, no se trata solo de tomar se trata de compartir en familia y con amigos", asegura Genes.
La Plaza de la Democracia de la capital paraguaya está repleta de filas de termos, guampas, bombillas, de todo tamaño y color, turistas y curiosos.
Una ciudadana rusa, residente en Paraguay, que busca una guampa elegante para su marido paraguayo en el medio del mercadillo, explica a Efe que ella se acostumbró a la bebida en seguida.
"Hace dos años llegué. Estaba embarazada, aquí hace un calor... Me recomendaron tomar y me vino muy bien. Se le ponen más yerbas medicinales al agua, "yuyos", cada una tiene propiedades distintas", dice.
La "yuyeras", ya que por lo general son mujeres, venden en cada esquina del centro de Asunción menta, hierba buena y varios tipos de yerbas medicinales que los paraguayos arrojan al agua de sus termos para pasar las resacas, indigestiones y los sofocos del calor de la tierra guaraní.
Fuente: EFE/larazon.es/
Guillermo Genes, un artesano que hoy se ha sumado a la festividad de la infusión con un puesto en una céntrica plaza de Asunción vendiendo termos forrados y recipientes para tomar la infusión, explica a Efe que la bebida es tan popular que "hoy el termo es un complemento más".
"Antes servía cualquier cosa, pero la gente ahora se quiere distinguir. Quiere su color preferido, su nombre bordado, el de su equipo de fútbol", dice el vendedor.
Genes recuerda que la bebida se arraigó completamente en la sociedad paraguaya a partir de la Guerra del Chaco, que les enfrentó con Bolivia entre 1932 y 1935.
Los soldados paraguayos estaban acostumbrados a tomar la yerba con agua caliente como en la cuenca del río de la Plata, es decir, Argentina y Uruguay, además de los "gauchos" del sur de Brasil.
Pero el Chaco es un lugar muy árido y caluroso, y los paraguayos dejaron de calentar el agua para no dejar señales de fuegos en las trincheras, y se popularizó el tomarlo frío, algo que tras la victoria se convirtió en todo un símbolo.
Paraguay celebra hoy el Día Nacional del tereré, declarado así oficialmente hace 4 años para honrar al brebaje.
La declaración fue un reivindicación nacional, ya que la yerba es común a varios países de la región, aunque es originaria de Paraguay, cuestión siempre debatida en cualquier esquina o bar de una ciudad donde haya brasileños, paraguayos, argentinos o uruguayos juntos.
"Es algo único, es algo nuestro, no se trata solo de tomar se trata de compartir en familia y con amigos", asegura Genes.
La Plaza de la Democracia de la capital paraguaya está repleta de filas de termos, guampas, bombillas, de todo tamaño y color, turistas y curiosos.
Una ciudadana rusa, residente en Paraguay, que busca una guampa elegante para su marido paraguayo en el medio del mercadillo, explica a Efe que ella se acostumbró a la bebida en seguida.
"Hace dos años llegué. Estaba embarazada, aquí hace un calor... Me recomendaron tomar y me vino muy bien. Se le ponen más yerbas medicinales al agua, "yuyos", cada una tiene propiedades distintas", dice.
La "yuyeras", ya que por lo general son mujeres, venden en cada esquina del centro de Asunción menta, hierba buena y varios tipos de yerbas medicinales que los paraguayos arrojan al agua de sus termos para pasar las resacas, indigestiones y los sofocos del calor de la tierra guaraní.
Fuente: EFE/larazon.es/
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