“Empezamos Pittsburgh y cuando finalmente surgió el tema del camión de comidas, nuestras familias decían que estábamos todos locos. Pero eso significaba para él hacer su pasión, en un lugar en donde se vende hamburguesas, con el complemento de comidas sudamericana”, cuenta Rocío.
Con una clientela de 400 personas por día, el negocio prosperó. Pero llegó la temporada de invierno 2013 en EE.UU, y ambos decidieron poner una pausa y emprender viaje a Paraguay, con la idea fija de establecer un negocio similar en nuestro país.
Eligieron Encarnación, la capital del verano, para instalar una réplica del camión de comidas. “Como las aves de migran al sur, fuimos a Encarnación, nos atrajo las playas, el carnaval. Lo hicimos sin pensar, pero la idea original no pudo ser, porque por disposición de la municipalidad debíamos tener un local fijo para estacionar nuestro camión. Encontramos un local, lo ambientamos. Pero no resultó, si teníamos 12 clientes lo festejábamos. Estuvimos a punto de retornar a Estados Unidos, pero algo en mí me decía que debíamos tener otra oportunidad, así que decidimos venir a Asunción”, agrega.
Fue así que el camión de comidas se instaló en la casa materna de Rocío, en donde rápidamente comenzó a tener el éxito que les fue esquivo en la perla del sur. De ese sitio temporal, surgió la necesidad de establecerse en un local fijo, lo hallaron en el barrio Mburukuja.
“Cuando lo inauguramos, la clientela que se había formado en ese primer local se sumó, fue increíble. Hubo alrededor de cien personas, muchas de ellas que nos seguían por Facebook. Eso nos llenó, al final Asunción era el mercado”, sostiene Rocío.
LA PASION
La misma remarca que no hicieron estudio de mercado, que se guiaron más por la necesidad de establecer el negocio en un local confortable, bien ambientado, y que a la vez les sirva de residencia.
Dlubak pone la nota en la pasión que, según el mismo, imprime al negocio gastronómico.
“Esta es mi pasión, me gusta hacer. Acá en Paraguay sabemos que los lomitos son ricos, allá (EE.UU) hace tres años que lo hacemos. Aportamos nuestros sabores propios, con combinaciones de ingredientes que hacen la diferencia. Y a la gente le gusta”, agrega el empresario.
Queso azul, rúcula, cebolla morada, pesto, choclo, variantes de recetas mejicanas, son algunos de los agregados que, junto al lomito, conforman la fórmula que atrae a centenares de clientes al camión de comidas.
Finalmente Dlubak lanza un consejo para aquellas personas que desean montar un negocio propio, pero que precisan una idea motriz para el efecto. “Yo estudié filosofía, y eso implica pensar mucho. Pero para montar un negocio no debe pensarse demasiado, lo importante es hacer, concretar la idea”, concluye.
Lomito Truck
Capellanes del Ejército y Avda. Santísima Trinidad.
Tel: 0981 848 875
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