Horacio Cartes se burló de las leyes y fumó en plena reunión con médicos en Mburuvicha Róga, según denuncian los sindicalistas. / Archivo.
Así lo denunció el doctor César Zorrilla, quien ayer ofició de vocero luego de la reunión de los médicos y el presidente Horacio Cartes, en la residencia presidencial. La incomodidad en el encuentro ya se inició cuando los sindicalistas se percataron de que no habría respuesta a sus reclamos de más presupuesto para la salud.
El doctor Jesús Irrazábal, quien igualmente estaba presente en la mesa, se mostró decepcionado debido a que el ministro de Hacienda, Germán Rojas, se limitaba a dar “una cátedra” sobre el presupuesto, pero no brindaba alternativas. “Le pregunté si quería retirarse y por educación se quedó”, relató Zorrilla.
Finalmente, el que se vio obligado a retirarse fue el propio Zorrilla, puesto que -como si no fuera suficiente la falta de respuesta a las exigencias para el sector de la salud- el mandatario -también empresario tabacalero- optó por encender un cigarrillo y burlarse además de las leyes que protegen la salud de los no fumadores, según denunció el médico. “HC empezó a fumar y yo soy alérgico y no voy a ser un fumador pasivo”, aseveró, en contacto con Canal 100.
Es frecuente que los fumadores ignoren las normativas y expongan al humo tóxico a quienes se encuentren a su alrededor. En este caso, la gravedad radica en que se trata del propio presidente de la República.
Existe una ley -la N° 825- sancionada por el Congreso Nacional en 1996 que protege a los no fumadores y prohíbe expresamente fumar en recintos cerrados. En su artículo N° 1 establece:
-Prohíbase el consumo de tabaco o sus derivados en los lugares que a continuación se enuncian, salvo en aquellos sitios especialmente habilitados para el efecto:
a) Coliseos cerrados, salas de cine, teatros, bibliotecas, museos y cualquier otro recinto cerrado destinado a actividades públicas;
b) Las unidades del transporte público de pasajeros, tanto terrestre como aéreo, ferroviario, marítimo y fluvial;
c) Los espacios cerrados de los centros de enseñanza, como son aulas y salones de conferencias;
d) Las áreas cerradas de hospitales, sanatorios, centros de salud, puestos de socorro y similares;
e) Las áreas de atención al público y espacios destinados a reuniones en oficinas estatales;
f) Dentro de instalaciones cerradas que sirven de expendio al detalle de alimentos, abastos, supermercados y afines;
g) En los restaurantes, bares o similares se establecerán áreas o zonas separadas para los no fumadores; y,
h) Los ambientes cerrados de trabajo, como minas, fábricas y talleres.
La misma legislación establece en su artículo N° 5 que los infractores serán sancionados con multas de dos salarios mínimos diarios. En caso de reincidencia, el artículo N° 6 establece que la sanción será duplicada.
La ley incluso establece que quienes persistan en su actitud podrán ser expulsados del lugar, con apoyo de la fuerza pública. La pregunta es: ¿Quién se animaría a disponer sanción alguna contra el presidente de la República?
Cartes ignoró además la legislación municipal de la capital, ya que laordenanza N° 317/13 señala que “se prohíbe el consumo de tabaco o sus derivados en todo lugar cerrado de acceso público”.
La normativa en cuestión modifica parcialmente la ordenanza N° 201/05, que en su texto mantiene intacto el artículo N° 8, que establece que se podrá exigir al fumador “el cese inmediato de la falta” o “la utilización de lugares especialmente habilitados para el efecto”. La ordenanza establece igualmente que el fumador reincidente podrá ser invitado a abandonar el recinto e incluso se podrá solicitar al ayuda de la fuerza pública.
El de Cartes no es el único caso en que una autoridad viola abiertamente las leyes que protegen a los no fumadores. Un caso cuasi “emblemático” es el del senador Juan Carlos Galaverna.
El legislador fue observado en numerosas ocasiones por su actitud de fumar en el Congreso e inclusive en plena sala de sesiones de la Cámara Alta. En 2008, incluso el entonces presidente del Congreso, Miguel Abdón Saguier, pidió a su colega que deje de fumar en el recinto, solicitud que tuvo como respuesta la propotencia de Calé.
Inclusive cuando ejerció la presidencia del Senado, Calé violó adrede la ley, ante la pasividad de casi todos sus colegas. En una ocasión, en agosto de 2002, fue el entonces senador Guillermo Sánchez quien le instó a cumplir la Ley 825/96. El reclamo no tuvo respuesta verbal del senador colorado, pero luego -lejos de considerar siquiera el pedido- ocupó su banca, pidió que le traigan un cenicero y encendió un cigarrillo.
Abc
El doctor Jesús Irrazábal, quien igualmente estaba presente en la mesa, se mostró decepcionado debido a que el ministro de Hacienda, Germán Rojas, se limitaba a dar “una cátedra” sobre el presupuesto, pero no brindaba alternativas. “Le pregunté si quería retirarse y por educación se quedó”, relató Zorrilla.
Finalmente, el que se vio obligado a retirarse fue el propio Zorrilla, puesto que -como si no fuera suficiente la falta de respuesta a las exigencias para el sector de la salud- el mandatario -también empresario tabacalero- optó por encender un cigarrillo y burlarse además de las leyes que protegen la salud de los no fumadores, según denunció el médico. “HC empezó a fumar y yo soy alérgico y no voy a ser un fumador pasivo”, aseveró, en contacto con Canal 100.
Es frecuente que los fumadores ignoren las normativas y expongan al humo tóxico a quienes se encuentren a su alrededor. En este caso, la gravedad radica en que se trata del propio presidente de la República.
Existe una ley -la N° 825- sancionada por el Congreso Nacional en 1996 que protege a los no fumadores y prohíbe expresamente fumar en recintos cerrados. En su artículo N° 1 establece:
-Prohíbase el consumo de tabaco o sus derivados en los lugares que a continuación se enuncian, salvo en aquellos sitios especialmente habilitados para el efecto:
a) Coliseos cerrados, salas de cine, teatros, bibliotecas, museos y cualquier otro recinto cerrado destinado a actividades públicas;
b) Las unidades del transporte público de pasajeros, tanto terrestre como aéreo, ferroviario, marítimo y fluvial;
c) Los espacios cerrados de los centros de enseñanza, como son aulas y salones de conferencias;
d) Las áreas cerradas de hospitales, sanatorios, centros de salud, puestos de socorro y similares;
e) Las áreas de atención al público y espacios destinados a reuniones en oficinas estatales;
f) Dentro de instalaciones cerradas que sirven de expendio al detalle de alimentos, abastos, supermercados y afines;
g) En los restaurantes, bares o similares se establecerán áreas o zonas separadas para los no fumadores; y,
h) Los ambientes cerrados de trabajo, como minas, fábricas y talleres.
La misma legislación establece en su artículo N° 5 que los infractores serán sancionados con multas de dos salarios mínimos diarios. En caso de reincidencia, el artículo N° 6 establece que la sanción será duplicada.
La ley incluso establece que quienes persistan en su actitud podrán ser expulsados del lugar, con apoyo de la fuerza pública. La pregunta es: ¿Quién se animaría a disponer sanción alguna contra el presidente de la República?
Cartes ignoró además la legislación municipal de la capital, ya que laordenanza N° 317/13 señala que “se prohíbe el consumo de tabaco o sus derivados en todo lugar cerrado de acceso público”.
La normativa en cuestión modifica parcialmente la ordenanza N° 201/05, que en su texto mantiene intacto el artículo N° 8, que establece que se podrá exigir al fumador “el cese inmediato de la falta” o “la utilización de lugares especialmente habilitados para el efecto”. La ordenanza establece igualmente que el fumador reincidente podrá ser invitado a abandonar el recinto e incluso se podrá solicitar al ayuda de la fuerza pública.
El de Cartes no es el único caso en que una autoridad viola abiertamente las leyes que protegen a los no fumadores. Un caso cuasi “emblemático” es el del senador Juan Carlos Galaverna.
El legislador fue observado en numerosas ocasiones por su actitud de fumar en el Congreso e inclusive en plena sala de sesiones de la Cámara Alta. En 2008, incluso el entonces presidente del Congreso, Miguel Abdón Saguier, pidió a su colega que deje de fumar en el recinto, solicitud que tuvo como respuesta la propotencia de Calé.
Inclusive cuando ejerció la presidencia del Senado, Calé violó adrede la ley, ante la pasividad de casi todos sus colegas. En una ocasión, en agosto de 2002, fue el entonces senador Guillermo Sánchez quien le instó a cumplir la Ley 825/96. El reclamo no tuvo respuesta verbal del senador colorado, pero luego -lejos de considerar siquiera el pedido- ocupó su banca, pidió que le traigan un cenicero y encendió un cigarrillo.
Abc
No hay comentarios:
Publicar un comentario