A madre y recién nacido internan en el pasillo. No hay medicamentos básicos como expectorantes. No quieren atender casos de quemaduras. Se aguarda turno antes del amanecer y luego no hay consultorio.
ENCARNACIÓN.-
Personas, madres y abuelas, ancianos, docentes, asegurados todos los que vienen desde el interior, desde las 2 de la mañana aguardan fila para poder obtener su turno de atención en el hospital del Instituto de Previsión Social (IPS) de Encarnación.
Una vez que consiguen el turno que buscan se encuentran con la sorpresa de que el médico no va a venir a trabajar. Asegurados que son empleados aprovechan las vacaciones para venir desde el interior a atenderse en el IPS encarnaceno, pero se encuentran con que varios de los médicos que allí trabajan están de vacaciones.
En Internaciones no hay más lugar y madres con sus bebés recién nacidos se ven acostadas en camas en los pasillos sin siquiera un ventilador.
"No hay medicamentos, uno se encuentra con abuelitas en la madrugada buscando turno y después cuando llegan a la ventanilla ya no hay más lugar. Remedios casi no hay. El Ambroxol y otros como expectorantes uno no encuentra y son remedios básicos. Nos descuentan de nuestro salario y no hay retorno. Nada en el servicio del IPS funciona", manifestó indignada al abandonar el edificio Elvira Esquivel, docente con domicilio en la localidad de Capitán Miranda.
Esto ocurría ayer a las 8.00. Las veces anteriores que logramos hablar con el doctor Víctor Fornerón, las cosas estaban bien y sin problemas. Ayer no lo pudimos hacer, nos retiramos pasadas las 8.30 del hospital de la previsional y aún no se presentaba en su lugar de trabajo.
DE MAL EN PEOR. En los pasillos de la sala de internación, familiares de los asegurados no tienen prácticamente sillas ni sillones en donde poder descansar o sentarse; y de lo que uno encuentra disponible, está roto.
En la zona de Internación de Ginecología, en dos camas madres que dieron a luz cerca de esa medianoche eran apantalladas por sus familiares al no contar ni siquiera con ventilador, dentro de un ambiente calurosos e incómodo. Familiares de las flamantes madres lo único que esperaban era que los médicos le dieran el alta para poder salir del lugar e ir a un ambiente más cómodo y agradable para la mamá y la criatura.
"Incómoda y sudando, pero mientras estemos bien con mi hijo uno aguanta", manifestó Silvia González, recuperándose en su cama en uno de los pasillos del hospital. Como otras madres, se quejaba de que un mes el IPS no perdona y se descuenta de los sueldos, pero a la hora de recibir la atención, deja mucho que desear.
La historia no es distinta para muchos asegurados, casi siempre el resultado es similar. El médico no está, no viene. Desde Itapúa Poty vino Mirta Martínez, a la madrugada. "Oculista, odontología y clínica médica, nada. En Urgencias me fui con mi hijo por quemadura con escape de moto y me dijeron que no era grave, que no me podían atender", testimonió la asegurada.
ABC
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