El viernes 13, este menor cayó en una práctica, montado en su caballo, golpe que le ocasionó muerte cerebral. Finalmente, el domingo a la tarde falleció.
Él es oriundo de Yuty, departamento de Caazapá, y buscó nuevos horizontes para ayudar a su familia en Mbocayaty. Quedó al cuidado de César Darío Portillo, quien se comprometió a educar al pequeño, así como encomendarle labores que no requieran demasiado esfuerzos.
Esta promesa fue pisoteada ya que la Fiscalía comprobó que la víctima fatal en ningún momento asistió a una institución educativa, así como también, sus trabajos se enfocaban en el cuidado de los equinos, así como era utilizado en la carrera de caballos.
Ser parte de este tipo de competencia requería que el niño no coma debidamente ya que así no cargaba tanto peso el equino y se podría movilizar con mayor rapidez en las corridas, de esta forma Portillo obtenía rédito económico por esta actividad. Se constató además que la criatura dormía en caballerizas en condiciones deplorables.
Lo peor de todo este caso es que incluso, en la autopsia se comprobó que el fallecido tenía rastros de ser abusado. La madre incluso mencionó que el tutor le ofreció un acuerdo "amistoso" para que el caso quede en la nada, informó Noticias Paraguay.
Portillo fue imputado por explotación laboral por trata de personas, según el dictamen de la fiscal antitrata, Teresa Martínez.
py.com
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