Horas después de que el pueblo paraguayo consagrara a Horacio Cartes como presidente de Paraguay, la presidenta de la Argentina, Cristina Kichner, le envió un “tweet” con la bienvenida. “Lo esperamos en Mercosur”, le dijo. Más tarde, fue el presidente de Uruguay, José Pepe Mujica, quien invitó oficialmente al nuevo presidente sudamericano al próximo enuentro de presidentes del bloque.
Incluso la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se comunicó con el nuevo mandatario regional para dejar en claro su “disposición a recomponer las relaciones de Paraguay con el Mercosur”.
Cartes, cordial, agradeció la invitación del uruguayo, pero dijo que “es imposible que antes de asumir esté ocupando compromisos que no me corresponden”, dejando en claro que él, como todo su partido, reconocen la legalidad de la presidencia de Federico Franco. Sin embargo, reafirmó la postura que sostuvo durante toda la campaña presidencial. “Paraguay está con absoluta predisposición para reintegrarse a Unasur, Mercosur y otros mercados también”, dijo.
Unas elecciones limpias y democráticas era la señal que esperaban los socios del bloque para convocar al país díscolo y el triunfo contundente y sin fisuras de Cartes generó el marco propicio.
Sin embargo, el camino de regreso no se presenta tan simple. El factor “Venezuela” puede entorpecerlo.
Incluso la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se comunicó con el nuevo mandatario regional para dejar en claro su “disposición a recomponer las relaciones de Paraguay con el Mercosur”.
Cartes, cordial, agradeció la invitación del uruguayo, pero dijo que “es imposible que antes de asumir esté ocupando compromisos que no me corresponden”, dejando en claro que él, como todo su partido, reconocen la legalidad de la presidencia de Federico Franco. Sin embargo, reafirmó la postura que sostuvo durante toda la campaña presidencial. “Paraguay está con absoluta predisposición para reintegrarse a Unasur, Mercosur y otros mercados también”, dijo.
Unas elecciones limpias y democráticas era la señal que esperaban los socios del bloque para convocar al país díscolo y el triunfo contundente y sin fisuras de Cartes generó el marco propicio.
Sin embargo, el camino de regreso no se presenta tan simple. El factor “Venezuela” puede entorpecerlo.
La conciliadora Dilma Rousseff, según consigna el diario Folha de San Pablo, ya advirtió que espera que el Congreso de Paraguay reconozca ofialmente a Venezuela como miembro pleno del bloque para poder dar con finalizada la sanción.
Pero que los congresistas paraguayos acepten dócilmente los términos que se les imponen no está tan claro.
Después de que el Mercosur suspendiera a Paraguay el 29 de junio del año pasado, luego del juicio político sumario con el cual se destituyó a Fernando Lugo, los socios restantes decidieron que ya no había trabas para el ingreso definitivo del país caribeño al bloque. La negativa a tratar el tema del Congreso paraguayo durante seis años había sido una traba permanente para lograr el objetivo de ampliación del Mercado Común del Sur. Y dado que el ingreso de un nuevo asociado necesita por estatuto de la aprobación de cada una de las legislaturas, el país gobernado en ese entonces por Hugo Chávez tenía vedada la entrada.
Pero que los congresistas paraguayos acepten dócilmente los términos que se les imponen no está tan claro.
Después de que el Mercosur suspendiera a Paraguay el 29 de junio del año pasado, luego del juicio político sumario con el cual se destituyó a Fernando Lugo, los socios restantes decidieron que ya no había trabas para el ingreso definitivo del país caribeño al bloque. La negativa a tratar el tema del Congreso paraguayo durante seis años había sido una traba permanente para lograr el objetivo de ampliación del Mercado Común del Sur. Y dado que el ingreso de un nuevo asociado necesita por estatuto de la aprobación de cada una de las legislaturas, el país gobernado en ese entonces por Hugo Chávez tenía vedada la entrada.
La separación de Paraguay del bloque fue la excusa perfecta para que Brasil, Argentina y Uruguay concretaran el ingreso del país bolivariano, aunque esta decisión tuvo consecuencias. El Senado paraguayo se reunió el 23 de agosto y rechazó formalmente el pedido de ingreso de ese país al bloque. Semanas antes, el mismo Congreso había declarado “persona no grata” al actual presidente Nicolás Maduro, en ese entonces canciller venezolano.
Numerosos dirigentes paraguayos creen injusta la sanción que sufrió su país y sostienen que es ilegal el ingreso del miembro más nóbel del bloque. Pero el nuevo presidente tiene una firme posición al respecto y es muy probable que imponga una solución política a este intríngulis.
Numerosos dirigentes paraguayos creen injusta la sanción que sufrió su país y sostienen que es ilegal el ingreso del miembro más nóbel del bloque. Pero el nuevo presidente tiene una firme posición al respecto y es muy probable que imponga una solución política a este intríngulis.
Ayer, en una conferencia de prensa con medios extranjeros, volvió a referirse al tema y fue tajante. “Salir del Mercosur sería una tontería, así que estamos dispuestos a hacer todos los esfuerzos para retornar. Ya notamos una atmósfera distinta, otra predisposición”, remarcó y destacó que “cuando hay predisposición es más fácil encontrar coincidencias” y se comprometió a “reparar errores y mirar para adelante” en torno de la presencia de Venezuela en el bloque.
El presidente electo, además, dio a entender que le pediría a los senadores que aprueben la entrada de Caracas al Mercosur, un paso clave para la vuelta de Paraguay, porque los legisladores “no pueden impedir que vengan inversiones, que vengan industrias a dar trabajo”.
El presidente electo, además, dio a entender que le pediría a los senadores que aprueben la entrada de Caracas al Mercosur, un paso clave para la vuelta de Paraguay, porque los legisladores “no pueden impedir que vengan inversiones, que vengan industrias a dar trabajo”.
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