Paraguay, uno de los países más pobres y desiguales de América Latina, vive actualmente la instalación de un grupo autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo, que ha evolucionado una estrategia basada en irritar a las autoridades de Asunción, con una amenaza amplia de seguridad, en un lugar, que ya es un centro para los traficantes de marihuana, desafiantemente cultivada en extensas plantaciones: Tacuati.
El problema, se ha intensificado, puesto que las operaciones del grupo se están intensificando este año. El EPP, ha ido desgranando meticulosamente las fuerzas de seguridad en asentamientos fronterizos remotos, instalando bombas bajo vehículos de la policía, secuestrando yasesinando a paraguayos ricos, matando a campesinos que colaboran con la seguridad.
Se cree que la guerrilla se apoya en agricultores pobres, y sus fuertes, en los restos densos de la Mata Atlántica que alguna vez cubrió Paraguay, han eludido al grupo de toda campaña militar dirigida a erradicarla.
Las estimaciones del tamaño del EPP van desde un poco más de una docena de combatientes a tantos como 150, además de una red de apoyo, más amplia en los pueblos pobres.
En el manifiesto, el grupo, que adoptó su nombre actual en 2008, propone la destrucción de la "democracia imperial-burgués" y alaba a José Gaspar Rodríguez de Francia, el déspota que intentó sellar Paraguay del resto del mundo en el siglo 19.
Más allá de sus bases nacionalistas, el Ejército del Pueblo Paraguayo se opone a la agricultura industrializada, alimentando el resentimiento en las zonas rurales en el crecimiento de las grandes granjas de soja y en ocasiones, incitan la coacción de los agricultores pobres en zonas donde los servicios públicos son mínimos.
Tratando de detener su atentados, varios líderes políticos han tratado de eliminar el Ejército del Pueblo Paraguayo. En 2010, Fernando Lugo, el presidente declaró el estado de emergencia y envió cerca de 200 soldados de élite, algunos entrenados por el ejército de Estados Unidos, para encontrar a los rebeldes. En 2011, el gobierno central intentó una vez más, el envío de unos 3.000 soldados y agentes de policía en el territorio del grupo.
Si bien se hicieron algunos arrestos, el grupo en sí sigue siendo difícil de alcanzar. Parece haber cambiado recientemente la estrategia, centrándose menos en secuestros y más en atacar ranchos grandes en un esfuerzo por obtener pagos de los terratenientes. En agosto, después de la asunción del presidente Horacio Cartes, fue inaugurado el nuevo gobierno.
Desde entonces, el Ejército del Pueblo Paraguayo parece tener renovados ataques contra las fuerzas de seguridad, incluida una emboscada en octubre en el que los guerrilleros son sospechosos de matar a tiros a un policía en un convoy de vehículos oficiales.
Lo extraño, reporta nytimes, fue que en una mañana reciente, el estado de ánimo de los soldados, era muy relajado para ser un puesto de avanzada. Funcionarios tomando tereré mientras veían una película en una notebook.
"Es más tranquilo aquí que en Horqueta", dijo el mayor Pedro Argüello, de 40 años, refiriéndose a la ciudad, donde un oficial de la policía fue asesinado apenas unas horas antes en un ataque atribuido al Ejército del Pueblo Paraguayo.
"Sabemos que las guerrillas están ahí fuera", dijo. "Simplemente no sabemos dónde."
FuenteHoy
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