Algunos medios de comunicacíon te había hecho saber hace unas semanas sobre la intoxicación que habían sufrido el pelotero Jorge Achucarro y Leticia Albariños, por culpa de un asadacho que le habían bajado en un conocido local de Carmelitas.
El jueves por la noche, la pareja llegó a un lugar para comer, pero esta vez ni tiempo para acomodarse les dieron, ya que, en seco fueron rajados del local.La prensa contactó con la señora Leticia, quien explicó como fué.
- ¿Es cierto que les echaron de un lugar?
- Sí. Ayer (por el jueves) fuimos al estreno de Carísimas con mi marido. A la salida decidimos quedarnos a charlar y beber algo en un boliche tipo restaurante, en donde nos encontramos con la sorpresa de que no éramos bienvenidos.
- ¿Qué es lo que sucedió exactamente?
- Bueno, yo llegué a ingresar al local mientras Achu estacionaba el auto. Pero cuando me iba a sentar, uno de los mozos se me acerca y me comunica que tiene una orden directa del propio dueño del local para que nos pida abandonar el lugar.
- ¿Te explicó por qué tenían que salir?
- Pasa que hace unos días yo había mencionado en mi cuenta del “feisbu”, el nombre del local en el que nos habíamos intoxicado mi marido y yo. Justamente, entre mis contactos le tengo a la persona que es dueña del mencionado local, y es también dueña del lugar del cual nos pidieron retirarnos. Es obvio que el señor leyó mi escrito y se enfureció, siendo que lo más razonable hubiese sido que preguntara si nos encontrábamos bien.
- Entonces, ¿ya no volverán a esos dos lugares?
- No solo esos dos lugares, sino de varios otros que el propio mozo me había citado al momento en que me pedía abandonar el local que estaba ese restaurante, el otro boliche donde nos intoxicamos, una discoteca y otros locales más. Es una pena lo que hacen, porque es discriminación. En todo caso, yo debería ser la molesta junto con mi marido, porque gastamos más de 500 mil guaraníes en medicamentos y para colmo estuvimos internados en sanatorios diferentes. Pero así como uno se acostumbra a ir a ciertos lugares, también se puede acostumbrar a visitar otros. No vas a morir porque no te dejan entrar en un lugar.
LO DIJO
“Cuando me iba a sentar, uno de los mozos se me acerca y me comunica que tiene una orden directa del propio dueño del local para que nos pida abandonar el lugar”.
“Gastamos más de 500 mil guaraníes en medicamentos y para colmo estuvimos internados en sanatorios diferentes”.
FuenteC
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