La chipería Virgen de Fátima tiene 14 años en el barrio San Pablo.
Diosnel Sosa se inició en el mundo de la chipa a los 13 años de edad en una conocida chipería llamada Lopí. Primero como ayudante de la chipería, donde limpiaba la asadera y las bandejas para las chipas.
Más tarde se independizó y de a poco empezó con su pequeño negocio que hasta ahora le va muy bien. “Empecé con un horno y luego fui creciendo hasta lo que somos ahora. Como ya tenía muchos clientes empezamos a crecer” he’i. Hoy día tiene a su cargo seis personales en la chipería y entre 80 a 100 vendedores en todo el país.
Don Diosnel tiene 32 años trabajando en el negocio de la chipa y he’i que antes no había tanta competencia como ahora. “Cuando empezamos con el negocio en esta cuadra solo había dos locales y antes solo se conocía dos chiperías en el mercado. Ahora somos muchos y hay competencia, pero como la chipa se come mucho, todos tenemos clientes”, contó.
La chipería tiene el nombre de Virgen de Fátima y provee a los vendedores que vienen desde Formosa y de Clorinda para llevar su chipa y vender en Argentina.
Dice que en este negocio se gana bien tanto en verano y en invierno y que gracias a esto le mantiene bien a sus dos hijos.
MUCHA VENTA
Diosnel tiene su chipería Virgen de Fátima de donde salen entre 12 mil a 15 mil chipas por día y dice que le parece muy bien que se haya puesto el día nacional de la chipa porque lo consumen todas las familias. Recordemos que los senadores aprobaron un proyecto de ley que declara a la chipa alimento nacional del Paraguay y Día Nacional de la Chipa cada segundo viernes de agosto.
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