Marcelino Brítez, cura párroco que se negó a bautizar a un niño por piercing y tatuajes de su madre y padrino. / Twitter, @fatimagaray
“¿Somos menos gente por tener piercing y tatuajes? Hay gente que no sale de la iglesia y es de lo peor”, escribió desde su cuenta de Twitter Mónica Bazán, madre del niño que fue negado a ser bautizado el pasado sábado por el cura Marcelino Brítez, de la parroquia Santa Elena de la capital, porque su madre y padrino llevaban piercing y tatuajes.
“Él nos metió a la iglesia junto con la familia de otra nena que se iba a bautizar. Se paró en el altar, nos juzgo como si él fuera Dios y nos humilló públicamente. Tuvo oportunidades de decirnos antes, y no hizo. Eso se critica”, expresó.
La madre lamenta que, “más allá de que nos hayan juzgado y humillado públicamente, mi hijo no fue bautizado”.
La decisión del religioso fue cuestionada por los usuarios de las distintas redes sociales apenas tomó conocimiento público.
FuenteAbc
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